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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Revilla ve a Joaquín como presidente del Gobierno

Joaquín y Miguel Ángel Revilla, en Torrelavega.

Si la semana pasada el 'novato' Joaquín (A-3 TV) se reunía con algunas criaturas de la farándula televisiva para que le enseñasen cómo se hace una buena entrevista --y acabó en calzoncillos-- ayer se fue a Cantabria para que Miguel Ángel Revilla le explicase el secreto para ser un buen político.

No le contó el presidente de Cantabria que para ser muy popular y muy conocido lo que busca todo político es que le saquen continuamente en la tele –¡que te vean, que te vean!–, haciendo lo que sea porque lo imprescindible es salir. Eso no se lo dijo Revilla. En cambió le inculcó que el buen político tiene que pisar el territorio para comprender las vicisitudes de la ciudadanía. Y le llevó a una granja de vacas para que viese que los granjeros las pasan canutas porque les pagan el litro de leche a un precio ridículo. Naturalmente Revilla aprovechó para desgranar otra vez su rosario de anécdotas, todas conocidas, como el hambre que pasó como invitado a la boda del entonces príncipe Felipe.

Pero, aunque se repita, le añade siempre arpegios de su propia cosecha, y nos entretiene a pesar de sabernos de memoria la partitura. Lo más interesante de este encuentro es que Revilla, después de analizar a Joaquín, llegó a la conclusión de que sería un extraordinario político. Le decía: "Hoy los políticos, en general, solo van a defender lo suyo o lo de su grupito. España les importa un pito". Y tras este pareado, que no voy a discutir, miraba Revilla a cámara y nos decía: "Joaquín es ahora mismo la persona más querida del país. Es un símbolo (..) ¡Es todo humanidad!". Y concluyó, lleno de admiración, que Joaquín sería un presidente del Gobierno magnífico. Hombre, todo es posible. El famoso delantero centro George Weah fue elegido presidente de la República de Liberia en 2018, y sigue en el cargo todavía.

Hubo un momento, muy significativo: precisamente cuando fue Joaquín quien le preguntó a Revilla si le gustaría ser presidente del Gobierno. Revilla contestó: "Pues claro, claro que sí", y añadió con nostalgia: "¡Si tuviera 30 años!". O sea que a lo mejor Revilla, ahora a sus 80, ve en Joaquín la remota posibilidad que le pudo haber ocurrido a sí mismo. No parece, no obstante, que futbolista vaya a dar el salto a la política. Al llegar a casa su familia decidió: ‘política ¿sí o no?’. Solo votó ‘sí’ su hija pequeña. Hasta votó ‘no’ el propio Joaquín.

 

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