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Series

'Los últimos días de Ptolemy Grey': en algún lugar de la memoria

Walter Mosley adapta con cierto éxito su propia novela en una miniserie protagonizada e instigada por Samuel L. Jackson

Samuel L. Jackson en ’Los últimos días de Ptolemy Grey’.

Los últimos días de Ptolemy Grey ★★★

Creador: Walter Mosley

Dirección: Ramin Bahrani, Debbie Allen, Hanelle Culpepper y Guillermo Navarro

Reparto: Samuel L. Jackson, Dominique Fishback, Walton Goggins, Marsha Stephanie Blake 

País: Estados Unidos

Duración: 50 min. aprox. (6 episodios)

Año: 2022

Género: Drama de misterio

Estreno: 11 de marzo de 2022 (Apple TV+)

¿Por qué no existe todavía el Mosleyverso? Aunque empezó a escribir a los treinta y cuatro, Walter Mosley ha recuperado el tiempo perdido y sido un autor prolífico como pocos, del que se deberían estar adaptando muchas más historias en forma de películas o, como mandan los tiempos, series limitadas. 

De su serie 'hardboiled' sobre el detective Easy Rawlins, solo se ha adaptado por ahora el primer volumen, 'El demonio vestido de azul', en una película de 1995 dirigida por Carl Franklin y protagonizada por Denzel Washington. Diversos proyectos sobre el personaje se han anunciado a lo largo de los años, pero ninguno ha llegado a nada todavía. A ver en qué acaba ese proyecto de serie anunciado por Amblin Television a principios del año pasado. 

Tampoco llegó a nada la serie sobre otro investigador privado, Leonid McGill, que el propio Mosley preparaba con Jonathan Demme para HBO. Palabras mayores. Y, desde hace un tiempo, nada se sabe de la película que William Oldroyd ('Lady Macbeth') iba a rodar a partir de 'The man in my basement', su novela (o mejor dicho, una de sus novelas) de 2004. 

Pero podemos decir que existe, y hay dos capítulos estrenados para comprobarlo, la adaptación de 'Los últimos días de Ptolemy Grey', creada además por el propio Mosley, últimamente involucrado como guionista en 'Snowfall' y 'Star Trek: Discovery'. Un proyecto soñado desde hace años por su protagonista y productor Samuel L. Jackson, brillante como casi nunca en el papel de Ptolemy Grey, anciano con demencia al que, en un giro de ciencia ficción, le surge la oportunidad de pensar con claridad por unos pocos días.

Cuando le conocemos, Ptolemy vive sumido en el desorden y la falta de higiene, perdido en el presente y acosado por los fantasmas. Sobre todo, el de su esposa Sensia (Cynthia Kaye McWilliams, de 'Bosch'), con la que tuvo una relación complicada pero inevitable. El siempre humanista Ramin Bahrani ('The white tiger') se acerca al estado mental del protagonista con no poca empatía y emoción, sirviéndose de herramientas muy sencillas (un simple marco de vaho mental) para señalar las fases imaginarias. A posteriori, ya sin Bahrani tras la cámara, la realización puede ser más torpe y efectista. 

Lo que podría parecer un drama devastador se desdobla, más pronto que tarde, en misterio de asesinato. Cuando su sobrino nieto Reggie (Omar Benson Miller) es asesinado, Ptolemy se propone, en un instante de lucidez, descubrir al culpable. El proyecto se le va un poco de la mente hasta que la joven huérfana Robyn (Dominique Fishback, haciendo un papel de 17 años ya con 30, pero suspendamos la incredulidad) le recuerda que Reggie le pidió cita con un médico milagroso: el Dr. Rubin (Walton Goggins), quien ofrece a Grey un tratamiento experimental capaz de darle una claridad temporal, pero quizá también, por desgracia, quitarle días de vida.

A la vez que investiga el asesinato de Reggie en la vigilia, Ptolemy viaja por sus recuerdos durante el sueño. Es la clásica historia del detective que resuelve su propia existencia a la vez que un crimen. Pero quizá lo más importante sea la historia de amor paternofilial (o casi platónico) entre Ptolemy y Robyn. Ella despierta al anciano a un mundo donde las mujeres pueden ganar el Nobel por desarrollar métodos para la edición genómica. Él ayuda a la chica a recuperar su fe en la vida y el amor. De esa relación surgen chispazos de empatía que compensan la innecesaria laxitud del ritmo o cierta tendencia al melodrama tosco. 

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