Calificación: ** Dirección: Dave Wilson. Guion: Jeff Wadlov y Eric Heisserer, basado en el cómic de Kevin VanHook, Bob Laiton y Don Perlin. Fotografía: Jacques Jauffret. Música: Steve Jablonsky. Intérpretes: Vin Diesel, Guy Pearce, Sam Heughan, Eiza González, Alex Hernandez, Talulah Riley, Siddharth Dhananjay, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Lamorne Morris, Maarten Römer. Duración: 109 minutos. Nacionalidad: EE UU.

Extrae muy poco partido del cómic Valliant, original de Kevin VanHook, Bob Laiton y Don Perlin, en el que se inspira y además de no estar al nivel que sería de desear se sostiene demasiado sobre un argumento harto exprimido en la pantalla grande, concretamente el de la película de Roland Emmerich de 1992 Soldado universal, protagonizada por Jean-Claude Van Damme, un ser humano que se convierte en cyborg cuando muere en el frente de combate. Es más, adolece de una serie de defectos, incluido el de ser la opera prima de Dave Wilson, que añaden más leña al fuego y ante los cuales no se han tomado las medidas paliativas que podrían haber mejorado las cosas. Con todo este material y un Vin Diesel en flagrante baja forma, las expectativas pesimistas que se cernían sobre la cinta se cumplen a rajatabla. El esquema de Bloodshot es el más simple que nos ofrece en los últimos tiempos el cine de acción.

Todo empieza con una secuencia violenta que, por desgracia, no impacta en la medida de lo deseado y que convierte a la misma en rehén de situaciones bastante sosas. Se deja paso a renglón seguido a la fase en que Ray Garrison muere en un ataque inesperado y su cadáver es aceptado por la corporación Rising Spirit Technologies de cara a transformarlo en una máquina de destrucción. Toda una pasarela para volver al definitivo enfrentamiento. Es un hecho que no se han utilizado los recursos como sería de desear y que, por ello, las imágenes no «tiran» ni impactan en el público. Y no todo es la culpa de un director debutante, Había opciones de mayor entidad, y de más riesgo, desde luego, pero se ha impuesto la peor en tanto que era la más convencional y la que más se resiente de un tedio que aflora bastante más de lo debido.