Nada indicaba que una serie como 'La maldición de Hill House' iba a convertirse en una de las sorpresas del otoño seriéfilo. El título de Netflix adaptaba una novela que ya había sido llevada al cine con anterioridad; mientras que su director contaba entre su filmografía con discretos títulos de terror que no pasaban de la categoría de mediocres. Tampoco había contado con la agresiva campaña publicitaria que suele acompañar a otros títulos de la plataforma. Sin embargo, dos han sido los factores para que el boca a boca entre los aficionados haya funcionado y haya barrido en dos semanas: es muy buena y da mucho miedo. Con esta serie, Netflix ha sabido reinventar la clásica historia de la mansión encantada, a pesar de que series de terror en la televisión hay para dar y tomar.

La serie es una adaptación de la novela del mismo título escrita por Shirley Jacksony publicada en 1959, uno de los títulos favoritos de los aficionados al género del terror. Entre sus seguidores se encuentra el mismísimo Stephen King, que ha reconocido que se inspiró en ella cuando escribió su segunda novela 'El misterio de Salem's Lot'. 'La maldición de Hill House' había tenido hasta la fecha dos adaptaciones cinematográficas, la de Robert Wiseen 1963 (la mejor) y otra de Jan de Bont en 1999. Cuando Netflix decidió adentrarse en el género del terror, encargó a Mike Flanagan, un discreto director de cine de terror cuyos éxitos han sido Hushy Ouija, la tarea de adaptar esta clásica novela a la pequeña pantalla. Hay que apuntar que entre los próximos proyectos del director está la adaptación al cine de 'Doctor Sueño', título que puede que a algunos no les diga nada pero que es el libro donde Stephen King continúa la historia de otra obra mítica del terror: 'El Resplandor'.

No hay grandes estrellas en 'La maldición de Hill House'. Está Henry Thomas, ese actor que nunca podrá despegarse de la etiqueta de ser el niño de 'E. T. El extraterrestre', aunque, eso sí, aquí está más crecidito. No obstante, el reparto de la serie está formado por un sólido grupo de actores secundarios tanto del cine como de la pequeña pantalla, que aquí se reparten el peso de la trama. Como curiosidad, muchos de estos intérpretes ya habían trabajado con anterioridad con el director. Desde el ya citado Henry Thomas a Carla Gugino (musa de Robert Rodriguez en 'Spy Kids' y 'Sin City'), que en esta serie encarnan al matrimonio Crain y que, acompañados por sus hijos, se dedican a restaurar viejas mansiones para venderlas después. Un hecho traumático en una de esas mansiones marcará la vida de toda la familia que, años después, deberá volver a enfrentarse a los fantasmas de su pasado. Otrea curiosidad destacable es que Thomas y Gugino ya han trabajado en anteriores películas de este director y no son los únicos miembros del reparto que lo han hecho. Hasta los encargados de la banda sonora, , que corre a cargo de los hermanos Newton. Entre los actores habituales de este director está la actriz Kate Segal, que para más señas es su mujer en la vida real, y Elisabeth Reaser, a quien hemos visto de secundaria en la saga Crepúsculo y series como 'The Good Wife', 'Mad Men' y 'True Detective'. Otros nombres destacados del reparto son Michiel Huisman, secundario en series de HBO que van de 'Juego de Tronos' a 'Treme', así como Timothy Hutton, veterano actor que aquí interpreta al patriarca de la familia en sus años de madurez.

La trama va dando saltos en el tiempo, para ir narrando simultáneamente tres líneas temporales distintas: los días de los Crain en aquella casa, su situación actual y qué pasó en sus vidas desde que se marcharon. A lo largo de los diez episodios, entre susto y susto, se nos van ofreciendo las piezas del puzzle que comienzan a encajar en la segunda mitad de la temporada. Es mejor no anticipar los momentos en que llegarán, porque uno de los momentos de más angustia son aquellos en que el espectador ya va anticipando que viene uno y no sabe cuándo. Casi es peor la espera. Los cinco primeros episodios están centrados en cada uno de los cinco hermanos, contando la historia desde su punto de vista. En cada uno de ellos, vamos viendo el mismo relato pero desde la mirada de cada uno. Los sustos se van encadenando con otras escenas de gran tensión y momentos de profundizar en la psique de sus personajes. Porque en el fondo, la historia que se nos está contando es el drama de los Crain. Un hecho doloroso del pasado que marcó para siempre sus vidas y que ha hecho que los hijos dejen de hablarse con su padre, e incluso entre ellos.

Uno de los hermanos es drogadicto en permanente rehabilitación y cuando vemos cómo ha sido su vida y los fantasmas que le persiguen entendemos perfectamente el por qué. Aprenderás a temer al fantasma del bombín. El suyo es el cuarto episodio. El quinto capítulo, cuya duración es de 70 minutos, es el más terrorífico de todos con la mujer del cuello torcido, un fantasma cuyo nombre ya sugiere que su aparición no va a ser agradable. Es a partir de este episodio cuando las piezas del puzzle empiezan a encajar. El sexto episodio es otro de los mejores de la serie porque está contado a través de planos secuencia, técnicamente tan impecables como aquel que ya vimos en la primera temporada de 'True Detective'. La intensidad del terror baja a partir de ese capítulo (o al menos será que pude ver los cuatro últimos seguidos en un fin de semana, en lugar de ir uno a uno en la oscuridad de la noche después del trabajo). Pero no hay que confiarse, porque aún habrá alguno de esos sobresaltos que harán al espectador brincar en el sofá. Para el último episodio no sólo tenemos el desenlace donde se atan todos los cabos sueltos y hay tiempo para soltar alguna que otra lagrimita. Atención que viene spoiler, el que no quiera saberlo que salte de párrafo, en la última escena vemos a uno de los protagonistas abandonando la casa, dejando a todos los fantasmas que habitan en ella y que seguirán como en una cárcel atrapados quién sabe cuánto tiempo. ¿Será la casa un purgatorio al modo del que tuvieron los personajes de Lost en la realidad alternativa de la última temporada?

El éxito de 'La maldición de Hill House' seguro que ya tiene pensando a muchos de los jerifaltes de Netflix en cómo pueden darle continuidad en próximos años. Creo que la historia queda bien cerrada como está y casi sería más interesente hacer una nueva historia con el mismo equipo creativo detrás y también algunos de los actores. Una serie antología como hizo Ryan Murphy en 'American Horror Story', precisamente uno de los últimos fichajes de Netflix.