Como no podía ser de otro modo, RTVE responde abordó la polémica suscitada por el programa Entre todos. El programa de la Defensora del Espectador atendió las quejas recibidas en su oficina de espectadores particulares, pero también de los colegios oficiales de Trabajadores Sociales, poniendo sobre la mesa una cuestión espinosa: ¿Solidaridad o caridad televisada? El testimonio del espectador elegido, un estudiante que elevó su queja desde Alemania, fue rotundo en contra de la filosofía del programa, cuestionando sobre todo el hecho de que se emita en una televisión pública.

El director del área de Televisión, Alejandro Flórez, sentado a la mesa con Elena Sánchez Caballero, explicó que el tratamiento que se da a los casos es sumamente respetuoso, ofreció las cifras de las familias que han sido ayudadas hasta la fecha y cifró los euros que se han recaudado en las primeras 45 emisiones. Con independencia de que cada cual se posicione a favor o en contra del formato, fue muy destacable, y así hay que subrayarlo, que TVE promoviese desde dentro, desde uno de sus programas, un debate sobre la cuestión; que uno de sus máximos responsables diese la cara y explicase sus argumentos.

Algo que sería inimaginable en el caso de las televisiones privadas. Alejandro Flórez, esto es, la dirección de TVE, tampoco escondió la cabeza debajo del ala a la hora de hablar del nuevo horario de Informe semanal, que tanto eco mediático ha desatado. Flórez aseguró que el programa necesita pasar por el taller de chapa y pintura, pese a que uno de los espectadores solicitó que regrese a su horario de siempre y con la sintonía de siempre. Lo del pro- grama de la Defensora del 2 de noviembre fue un ejemplo de verdadera televisión de servicio público