El tierno esfuerzo de Kike por conquistar a Laura: "Estoy intentando no cagarla"

A veces, el amor es un juego de expectativas... y chistes malos. Kike llegó al restaurante de ‘First Dates’ con una mezcla de ilusión y nervios. Sabía que en las citas suele salir malparado y, esta vez, estaba decidido a que no ocurriera.

Este madrileño de buen corazón buscaba a alguien que le hiciera sentir reflejado, como en la letra de una canción de Eternal: “Te miro y me veo”. Con ese espíritu, conoció a Laura, una chica selectiva que nunca había encontrado a alguien que encajara con ella.

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El flechazo, sin embargo, nunca llegó. Mientras Kike se esmeraba en hacerla reír con chistes (incluyendo el clásico del zoo), Laura se daba cuenta de que no era su tipo. Ni físicamente ni en actitud. A pesar de los esfuerzos del soltero por mantener la conversación ligera, ella lo veía demasiado intenso.

La cena transcurrió con opiniones opuestas. Kike estaba encantado con su cita -"estoy intentando no cagarla", decía-, mientras que Laura, en un descanso al baño, le contaba a su amiga que “no era su estilo de raro”.

La decisión final

Al final de la velada, llegó la temida decisión. Kike, poéticamente inspirado, le dijo a Laura que ella era "un girasol en un campo yermo". Ella, con una sonrisa algo tensa, le agradeció el halago, pero sin rodeos le dejó claro que no habría una segunda cita. Kike, con humor, aceptó el rechazo y selló el momento con el típico sonido de perder.

En ‘First Dates’, el amor es un juego de azar y, a veces, simplemente, no toca el premio.

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