De 'La isla de las tentaciones' al programa de Whoopi Goldberg: la carrera de Montoya conquista por "la emoción de la desesperación"

Cualquier carrera ya es susceptible de cambiar su banda sonora por un "¡Montoya, por favor!". El grito apresurado de Sandra Barneda, presentadora de La isla de las tentaciones, y el viaje del Montoya exprés para llegar de la playa dominicana en la que se graba el programa a la villa en la que Anita, la novia del concursante del reality, le estaba siendo infiel ha dado la vuelta al mundo.

La actual temporada ya arrancaba con un sonado meme, el de Alba, otra de las concursantes, que preguntaba a su novio, Gerard, si le parecía normal colocar a una mujer sobre sus hombros, de tal manera que quedase apoyado "un coño en tu nuca". Pero el absoluto protagonista de la edición está siendo José Carlos Montoya, un sevillano que comenzó hace años una tournée por los platós de las cadenas de televisión españolas hasta alcanzar la fama con sus apasionados arranques de despecho.

La secuencia parecía sacada de una película y así lo han definido los usuarios de las redes sociales. La imagen de la deslealtad de Anita a su novio es "cine". Montoya se ha hecho famoso en España y fuera de nuestro país. La FIFA, el Borussia de Dortmund, el Ajax, el PSG, han empleado el audio en arrancadas futbolísticas por la banda; la cuenta oficial de la Fórmula 1, que lo usó con un lagarto entró en la pista del Gran Premio de Singapur; la NBA, The Guardian y hasta Whoopi Goldberg, que en su programa The View (ABC) destacaba que "más de 154 millones de personas han visto estos dos minutos de vídeo".

Por qué se viraliza Montoya

Janira Planes, analista de comportamientos de internet y Brand Strategist en Hamlet, apunta que las marcas utilizan este tipo de memes "porque va bien a nivel engagement". "Se suben al carro cuando algo es viral y aún no está caducado y todo el mundo lo está comentando. El algoritmo lo premia y sus followers, también", destaca.

Esta especialista en la cultura online considera que el fenómeno Montoya se basa en varios pilares. El primero de ellos es la conocida como "descontextualización memética". Como ocurre con gran cantidad de memes que circulan durante años o sólo durante días por internet, "no hace falta entender el contexto del programa para comprender y conectar con la emoción de Montoya" y sostiene que ni siquiera "hace falta hablar español".

La personalidad estrambótica y arrasadora de este concursante de reality, a lo que Planes se refiere como "hipérbole y performance" triunfan en redes. "La reacción de Montoya es algo muy exagerado que, a su vez, hace que la gente flipe, comente, comparta, se ría. En definitiva, hace que la gente deje de ser un usuario consumidor pasivo para que accione algo", para que comente, para que comparta el vídeo, para que cree su propio contenido a partir de esas imágenes. En la "batalla de la atención" que se juega en las redes sociales, Planes asegura que "la hipérbole hace que los usuarios paren un momento y observen" qué está sucediendo. Que dejen de deslizar para quedarse pegados a la pantalla.

Y son la emoción, los gritos desgarrados y los actos extremos que llevan a Montoya a emprender esa carrera de velocidad los que han conquistado al gran público. Porque, como resume Janira Planes, la escena de La isla de las tentaciones "encapsula muy bien la emoción de la desesperación que puede conectar con tanta gente a nivel internacional, independientemente también del idioma".