Llega a Pasapalabra y se lleva el bote el primer día que participa: sin palabras

Tarde de muchas emociones en Pasapalabra, como cada vez que se produce un relevo en la Silla Azul. Ángel se ha convertido en nuevo concursante tras ganar a Alberto, que ha quedado eliminado después de diez programas. El salmantino, que ha reconocido que tiene el “corazón partido” entre su Ciudad Rodrigo natal y la playa de San Juan que le acogió hace 35 años, ha apuntado alto desde el principio como nuevo rival de Manu.

En su presentación, Ángel también ha revelado su afición por caminar: ¡hace 20 kilómetros al día! Este detalle ha dado pie a la broma cuando ha contado que un pico del bote lo dedicaría a cambiar las ruedas de su coche. “Con lo que anda, ¿para qué?”, ha comentado Juli Fábregas, desencadenando las risas en el plató.

Roberto Leal le ha preguntado a Ángel, antes de que jugara El Rosco por primera vez, qué haría con un premio de 868.000 euros. Más allá de la anécdota del coche, el concursante ha reconocido que alguna vez, aunque “en un contexto de broma”, ha surgido esta conversación en su casa. Ha confesado que, tras hablarlo con su mujer, tendría un gesto muy generoso con sus tres hijas. “Qué maravilla”, ha comentado el presentador tras saber de qué se trata. Y es que el nuevo rival de Manu tiene tres hijas y no tiene dinero para darles un pisco en San Juan, ni con el premio Del bote. Pero, si lo consigue, podría lograr darles una entrada a cada una para ayudarlas.

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Algo que, de momento, no ha podido ser. Ángel ha comenzado con buen pie, arrancando con cuatro aciertos. Sin embargo, ha tenido un importante lapsus en la I: ha respondido con una palabra que estaba en la propia definición que le ha leído Roberto Leal. Ha sido un despiste que, después, ha tratado de subsanar. Además, el duelo aún parecía quedar abierto cuando Manu también ha cometido un fallo, en su caso en la T porque “trocear” no es lo mismo que “triturar”.

Sin embargo, el madrileño se ha mostrado implacable al terminar la primera vuelta y comenzar la segunda, desmarcándose hasta los 20 aciertos. Ha sido un listón demasiado exigente para Ángel, que también ha visto cómo el tiempo se le acababa. Tras cometer otro error, ha comprobado que la remontada era imposible. 

Bote a la primera

Lograr el bote a la primera en Paspalabra es una hazaña muy complicada pero no imposible dado que hay un precedente. El bote más alto dado nunca por el popular concurso de Antena 3 hasta que Rafa se hizo con 2,2 millones de euros se había repartido 16 años antes (en 2006) y correspondió a un aspirante extraordinario. Todo parecía estar en su contra y, sin embargo, se llevó a casa una cantidad astronómica de dinero: nada más y nada menos que 2,19 millones de euros.

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Era Eduardo Benito, tenía entonces 38 años y utilizó esa fortuna para abrir su propio negocio: una charcutería gourmet. Benito tenía todo en contra, como decíamos más arriba, no porque no tuviese capacidad suficiente para alzarse con el gran premio de Pasapalabra, sino porque el día que ganó era el primero que llegaba al programa.

Y con eso tuvo bastante. Y es que Eduardo Benito llegó, vio y venció, como Julio César. Aquel día, el concursante se estrenaba en Pasapalabra y no sólo llegó al rosco, sino que lo completó correctamente y se embolsó 2,19 millones de euros. Fue con la letra J y la respuesta fue Jiménez, en referencia al apellido del escritor español autor del libro 'Platero y yo': Juan Ramón Jiménez.