Esta es la palabra que Nacho no quiso verbalizar en 'Pasapalabra': "No lo quiero decir por si..."

Muchas de nuestras supersticiones más duraderas como evitar pasar por debajo de una escalera se remontan a siglos atrás y tienen historias de origen sorprendentes. Muchas tienen que ver con la religión o con tradiciones del pasado, y casi todas tienen en común evitar la mala suerte o una maldición.

De lo que no nos cabe duda es que todos alguna vez en la vida nos hemos preguntado el por qué de estas supersticiones o supercherías. En un principio algunas de ellas no tienen sentido lógico, o parecen anticuadas, pero otras han sobrevivido a lo largo de los siglos y han llegado a nuestros días casi con tanta fuerza como cuando comenzaron.

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Así comenzó el último programa de 'Pasapalabra'. Era Roberto Leal quien al presentar a los concursantes explicaba delante de las cámaras que el anterior programa era el decimotercero empate entre Nacho y Manu, algo que un supersticioso podía no querer y que ninguno de los sentía.

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El concursante explicó que no quería desvelar cuál era la palabra que explica que muchas personas tienen miedo a decir el número 13 por si tienen mala suerte. Y es que precisamente su compañera de programa, Michelle Calvó llevaba tatuado ese número para que nodará mala suerte.

La Triscaidecafobia

La triscaidecafobia o trececafobia es el miedo irracional al número trece. La palabra triscaidecafobia proviene del griego y es una palabra compuesta por tres térninos: 'treis', 'kai' y 'deka', que significan, respectivamente, 'tres' 'y' 'diez', unida a otra, la conocida 'fobia', que significa miedo.

El origen del temor al número 13 no está claro, y se barajan multitud de versiones diferentes, entre ellas, el hecho de que fueron trece las personas que se sentaron en la Última Cena. Se cree que la 'maldad' del número trece reside en que va más allá de la estructura divina del doce. En la Biblia, el número doce suele salir representando a una organización completa y divina.

Aun así, Manu y el propio Nacho explicaron que ninguno de los dos creía en algunas de esas supersticiones. Manu incluso recalcó que algún empate siempre viene bien para no tener que estar siempre yendo y viniendo de la silla azul y que esta vez era el número 13 y que no pasaba nada.

El rosco

Y es que parece ser que el 13 dio buena suerte a los dos concursantes. Manu y Nacho llegaron cada uno a los 21 aciertos sin fallos y aunque tuvieron algunas opciones en la cabeza, los dos concursantes firmaron un nuevo empate que repartió 600 euros para cada uno y lo más importante que ninguno de los dos volvería a enfrentar a la temida silla azul.