Jaume, un mallorquín de 35 años, acudió a First Dates para encontrar el amor. Y aunque Yolanda, la mujer con la que se citó en el restaurante del programa, era “un bombón”, había varios obstáculos insalvables entre ellos que impidieron que el encuentro tuviera un final feliz. El más importante para él fue el del idioma: “El castellano no es mi lengua y me siento incómodo hablándolo”.

El mallorquín, que ahora vive en un pequeño municipio catalán de tan solo diez habitantes, aseguró que se había adaptado tan bien a la vida del pueblo que ahora huía de las aglomeraciones, “de hecho, me molesta hasta que vaya el cartero a casa”. Entre sus aficiones, la naturaleza y los paseos en bici. Fue al programa de Mediaset con la firme intención de encontrar a alguien que compartiera su forma de ver la vida.

Yolanda, la cita de Jaume, es alicantina, tiene 36 años y tres hijos. Perdió a su marido cuando la más pequeña tenía tan solo cuatro meses y desde entonces solo había vivido por y para sus retoños. Sin embargo, decidió ir al programa para darse otra oportunidad y volver a encontrar el amor. Entre los requisitos que tenía que cumplir su pareja estaba el de la estatura. “Aunque no es tan alto como me gustaría, está a la altura”, dijo al ver a Jaume.

La velada entra el mallorquín y la alicantina parecía ir sobre ruedas. Tras escuchar la historia de Yolanda, Jaume vio en ella a una “guerrera”. “Criar a un hijo solo es complicado y ella lo está haciendo con tres”, dijo asombrado. Yolanda, por su parte, se mostró encantada con su pareja. Le pareció educado, divertido y lo suficientemente alto para ella.

Sin embargo, pronto comenzaron a aparecer los problemas, sobre todo para el mallorquín. El primero, la alergia de Yolanda al pelo de los perros que hacía complicada la convivencia entre ellos. “Yo tengo dos (perros) y uno duerme conmigo”, dijo ante una asombrada Yolanda.

Aunque lo peor estaba por llegar. Cuando Jaume se enteró que Yolanda era de Alicante, pensó que este detalle les acercaría, pero nada más lejos de la realidad. “¿Hablas valenciano?”, le preguntó él. “No, pero lo entiendo perfectamente”, respondió ella. Y esto acabó por convencer al mallorquín.

“El castellano no es mi lengua, me siento incómodo hablándolo porque no es el idioma con el que me he criado”, confesó ante las cámaras.

Así, aunque Yolanda estaba dispuesta a tener otra cita con Jaume, el mallorquín la rechazó. “Yolanda es un bombón”, aseguró al tiempo que afirmaba que lo tenía todo para enamorar a un hombre. Pero su alergia a los perros y, sobre todo, el idioma pesaron más a la hora de tomar su decisión.