La vida sigue. Tras su separación definitiva -ahora parece que sí- Tamara Gorro y Ezequiel Garay siguen sus caminos con sus propios proyectos. El exfutbolista ya tiene una "nueva ilusión" que ha mostrado incluso a sus hijos.

Ezequiel Garay y Tamara Gorro se separaron hace cosa de un año. Tras unas semanas alejados el uno del otro, decidieron darse una segunda oportunidad. Este regresó también tuvo fecha de caducidad y el pasado diciembre anunciaron que rompían de manera definitiva.

Desde entonces, ambos han mostrado a través de las redes sociales que continúan teniendo una muy buena relación, lo que también se ve reflejado en la relación que mantienen con la custodia de sus hijos.

Durante este tiempo, Tamara Gorro ha mantenido su trabajo como "influencer". Pese a que tiene sus altibajos -ha reconocido tener problemas de salud mental- en su cuenta de Instagram se muestra jovial y muy activa.

Por su parte, Ezequiel Garay mantiene un perfil más reservado en internet. Eso no ha impedido que comparta en sus redes sociales que tiene una "nueva ilusión" y un "desafío" que ya ha mostrado a sus hijos. Así lo ha reseñado en una fotografía compartida en Instagram en la que se le puede ver con sus dos retoños en un solar.

"Qué ilusión me hace verte tan feliz, mereces mucho volver a triunfar, lo harás. Y esas preciosidades y yo lo veremos. Os quiero", le escribió Tamara Gorro en esa publicación, muestra de la buena relación que hay entre ambos.

Solo unos días antes, Garay había colgado otra imagen en sus redes. En la fotografía se le podía ver a él firmando unos papeles que estaban en una carpeta de un despacho de abogados de Madrid.

Aunque no ha revelado qué era, todo apunta a que se trata de una promoción inmobiliaria. Bien para su uso y disfrute, bien para vender. Y es que hace más de un año Garay había anunciado que se había involucrado en negocios relacionados con el ladrillo.

Garay fue futbolista del Real Madrid. Al Bernabéu llegó desde el Racing de Santander. Tras dejar el club blanco pasó por Benfica, Zenit y Valencia, donde colgó las botas a los 33 años, mermado por las lesiones. Además, fue internacional argentino y formó parte de la plantilla que que llegó a la final del Mundial de Brasil de 2014 y la que perdió la final de la Copa América de 2015. En ambas citas fue titular en la albiceleste.