Rocío Carrasco acudió este domingo a RTVE Catalunya como invitada estrella de 'Late xou amb Marc Giró'. La hija de Rocío Jurado, apartada de Telecinco tras el veto a las tramas protagonizadas por personajes muy reconocidos del mundo del corazón, hizo balance de su docuserie en el programa de la televisión pública. 

Aunque el resultado final fue "muy positivo", tal y como reconoció en su entrevista con Marc Giró, la grabación de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' no fue nada fácil para ella: "El primer día de rodaje lo recuerdo con muchísimo miedo y muchísimo nerviosismo". "Lo único que quería cuando me sonó el despertador ese día era taparme, meterme debajo de la cama y desaparecer", confesó Rocío. Aunque la experiencia del rodaje fue "muy dura", aseguró que al mismo tiempo fue "muy grata y muy positiva". 

Carrasco, que en más de una ocasión ha afirmado que ese proyecto con Telecinco ha sido "bueno" para ella, detalló el porqué de esas palabras: "A lo que me quiero referir es que he podido volver a vivir, que era complicado para mí". 

"Yo no he sido nunca una persona de grandes salidas ni juergas, pero en el día a día, el tener que ir a la compra, tener que coger un avión o un tren, ir a recoger un premio a mi madre… Iba acojonada porque no sabía lo que me iban a decir, si me iban a llamar mala madre o si me iban a decir que me fuese con mis hijos", comentó: "Cuando me planteé hacer el documental decidí que iba a contar la verdad. A partir de ahí, quien me quiera creer que me crea y quien no, que no". 

Durante su paso por RTVE Catalunya, Rocío Carrasco también desveló entre risas los nombres en clave que tenían tanto ella como su pareja, Fidel Albiac, ya que la docuserie se grabó en secreto: "Yo era Olivia y Fidel era Batman". "La directora nos tenía así en el teléfono, no se sabe por qué", confesó la invitada.