María José llegó a 'First Dates' con un objetivo muy claro: "Busco un compañero para compartir cosas, viajes. Compartir vida, pero no una convivencia de pareja de día a día". Con estas exigencias, el equipo del programa le propuso una cita con Rubén, una persona que esperaban que fuese de su agrado, pero no fue así.

Pero la realidad es que Rubén no empezó con buen pie: "Soy un soltero de oro", fue su primera frase, algo que ya desagradó a su compañera. "Eso me da mucho miedo, porque no se si sabe si es porque él ha querido o porque no le ha quedado más remedio. Es peligroso", dijo ella, cuestionando su soltería.

A su vez, ella reconoció que es madre de un adolescente de 14 años, algo que no fue del agrado de Rubén: "Yo lo acepto, pero sé que en el fondo le va a dedicar más tiempo a su hijo, lógicamente y como es normal. Me gustaría que fuese soltera y sin hijos". Ella, por su parte, aseguró que no le ve "maduro para la edad que tiene. Es infantil".

A pesar de sus diferencias, Rubén insistía en que buscaba una relación seria, a lo que ella respondía que "esas cosas tampoco se pueden buscar, si surgen, surgen". Esta respuesta puso nervioso al comensal, que empezó a sudar notablemente: "Nunca he visto a nadie sudar tanto seguido. Me da un poco de asquete", confesó ella.

Finalmente, él reconoció que le había faltado chispa durante la cena, pero también se justificó con que no era su "prototipo de mujer y me ha echado para atrás el hecho de que tenga un hijo. Busco una chica sin hijos y que tuviera el abanico un poco más amplio". En el momento de la decisión final, ella le mandó una indirecta para dejar claro que no volverían a tener relación: "El que quiere puede y lo demás son excusas. Un hijo no es un impedimento".