Josep Ferré (Tarragona, 1970) sorprende cada semana con sus asombrosas parodias en ‘Sálvame’, pero antes de aterrizar en Mediaset el actor catalán dio muchas vueltas para conseguir la fama y el reconocimiento de los que ahora disfruta.

Con solo 16 años, se subió por primera vez a un escenario para hacer teatro ‘amateur’ en su Tarragona natal. Dos años después estudió Arte Dramático en València y muy pronto empezó a trabajar con La Cubana. Pero el gran empujón lo recibió en el programa televisivo ‘Vitamina N’ (City TV), al lado de Jordi González y donde nació quizá su personaje más conocido: Soledad León de Salazar, una mujer tremendamente conservadora y de casa bien.

Más tarde participó en programas de Antena 3 como ‘La escobilla nacional’ y ‘Homo Zapping’, junto a José Corbacho, donde imitó a Sara Montiel y Antonia Dell'Atte, y también de Tele 5, como ‘Hable con ellas’. Antes de la pandemia estaba centrado en el teatro, pero el coronavirus trastocó sus planes y decidió compartir sus imitaciones en Instagram. Tras parodiar a la ‘hermana gemela’ de Pilar Eyre, lo llamaron de Mediaset y desde enero de 2021 es el imitador oficial de ‘Sálvame’.

Hábleme de su trabajo en ‘Sálvame’.

Vivo un momento muy especial que estoy disfrutando mucho. Siempre estoy pendiente de la actualidad porque cada semana hago personajes y ya llevo un montón... Ahora, además de parodiar a los colaboradores del programa, el abanico se ha ampliado y me han dado la oportunidad de explorar otros perfiles.

 ¿Qué le ha aportado el programa?

Estoy en un espacio de mucha audiencia, que lo ve todo el mundo y tiene una gran repercusión. Me gusta que el público me identifique con ‘Sálvame’. Si te conocen por tu trabajo, bienvenido sea.

¿Cómo construye los personajes?

Preparo mucho mis papeles. Lo primero que miro es qué tengo en común con el personaje a nivel físico. Si veo que dista mucho de mí, me pongo las pilas y estudio con auriculares su voz, su melodía, sus carencias, sus tics, sus dejes, su expresión corporal, cómo gesticula, cómo anda, cómo lleva las caderas… Hago todo el compendio: primero, la voz; después, el cuerpo, y luego lo uno todo para meterme de lleno en su espíritu.

A la hora de clonar el personaje, ¿cuáles son sus objetivos?

Intento transformarme al 100%, pero a veces el físico tiene unas limitaciones y llegas a lo que llegas. Siempre trato de crear espectáculo, un ‘show’, que el personaje tenga vida y sea divertido. Me interesa que se parezca, pero si se parece y además resulta divertido es la guinda del pastel. 

Además de su meticuloso trabajo, que es clave, el maquillaje y el estilismo son fundamentales.

Sí, el maquillaje es de Manuel Zamorano y Cristina Hurlez, mientras que el estilismo corre a cargo de Dani Davilla, un chico brasileño afincado en Barcelona que tiene muy buen gusto. Con estos tres ‘cracks’ todo funciona muy bien.

 

¿Cuál es su personaje favorito?

Varios. Disfruto mucho con Julián Muñoz, Miguel Bosé, María Teresa Campos y Lydia Lozano

Da la sensación de que con Lydia Lozano trabaja a las mil maravillas.

Sí, es una persona que rema mucho a favor del programa. Ella sabe perfectamente que es dar espectáculo y sabe que si la imitan es para proyectarla y hacerla más grande. Es muy inteligente y no pone nunca trabas, no le sienta nada mal e incluso me llama para que llevemos las mismas joyas. Es un encanto, tenemos muy buen rollo.

 

¿A la hora de imitar prefiere que el personaje esté sentado a su lado o qué esté fuera del plató?

Las dos cosas son interesantes, pero tienen sus pros y sus contras. Por ejemplo, con Julián Muñoz, que no está en el plató, tengo la sensación de que cuando lo imito tengo más libertad y algo más de elasticidad. Por el contrario, si tienes el personaje delante y en cierto momento te olvidas de la voz o del movimiento, resulta más fácil corregirlo, porque lo ves y es como tu espejo.

 

¿De quién le ha resultado más complicada la imitación?

Quizá de Kiko Matamoros, que tiene una voz muy grave. Me costó hacerlo, pero después lo disfruté mucho. Jorge Javier es de gran ayuda. Cuando imito a Jesulín de Ubrique o a cualquier otro personaje, me dice: “¿Sí ahora estuviese Kiko Matamoros, cómo lo harías?”. Esto me hace sentirme seguro y pienso que al menos funciona y gusta la parodia.

 ¿A algún personaje le ha molestado su imitación?

Sí, en un primer momento a alguno no le sentó muy bien, pero después supieron reaccionar y se dieron cuenta de que lo yo quiero hacer es ‘show’, espectáculo. Mis imitaciones tienen un punto de ironía, nunca busco la malicia porque no quiero herir a nadie.

 Tengo entendido que María Teresa Campos, Terelu y Carmen Borrego no quedaron demasiado contentas con su parodia.

En un principio no les gustó, pero ahora lo llevan bastante mejor, incluso María Teresa, que es muy agradable, se lo tomó bien al final. El ‘mundo Campos’ es complicado, pero a mí no me da miedo parodiar ni a la madre ni a las hijas, porque pienso que si te imitan es para bien. Y es que no pasa nada por parodiar a las Campos; de hecho, he imitado a personas más importantes de la nobleza y de la aristocracia.

¿El resto de los colaboradores de ‘Sálvame’ están satisfechos con sus imitaciones?

Sí, no he tenido ningún problema con nadie, al contrario. Pienso que cuanta mayor libertad tenga el mundo de la imitación, todo es mucho mejor. Siempre se puede parodiar a las personas que tienen cierta relevancia y que han marcado un hito, ya sea social o culturalmente. No tienen que haber barreras en el mundo del humor.

 ¿A Jorge Javier no lo ha imitado nunca?

La verdad es que no, pero no existe ningún motivo. No ha llegado el momento, porque somos muchos en Tele 5. Creo que en su caso es complicado porque tiene una voz muy grave.

¿Prepara algún nuevo personaje para ‘Sálvame’?

Siempre estoy pendiente de la actualidad y, más allá de Carmen Borrego, Rosa Benito y Lydia Lozano, intento no repetir, aunque a veces por contenido no he tenido más remedio.

¿Puede resultar limitado a un actor el mundo de la parodia?

La imitación me ha venido por casualidad. Yo me considero un actor que se adapta al trabajo que le piden y ahora me toca hacer estas parodias que me sirven para trabajar y para estar en el mercado. Espero también que me abran nuevas puertas. Por ejemplo, el 22 de febrero colaboré en la presentación de la gala de los Premios MiM Series.