Uno de los concursantes de First Dates Cristian, de 34 años y tatuador, llegó buscando el amor con las ideas muy claras y con unos requisitos que debe cumplir su pareja ideal: "Busco un chico varonil con los brazos marcados, fibrados, que se le noten las venas”. “Con una buena nariz y unos pies de 43 o 44 para adelante, eso me vuelve loco", confesó.

Antes de descubrir quién iba a ser su cita, el joven charló con Lidia Torrent sobre los motivos que le llevaron a ocultar su homosexualidad durante gran parte de su vida. "Hace muy poco que salí del armario, cuatro años. Supongo que por el entorno, por el pueblo en el que vivo...", explicó.

Cristian relató que, con el paso del tiempo, se fue "encerrando" en sí mismo: "Intenté buscar el amor con una chica, pero no pude". "Siempre me escapaba, vivía fuera y hacía mi vida. Al final no pude más y tuve que salir del armario. Empecé a adelgazar y todo, era simplemente porque no era feliz", aseguró.

Minutos después llegó al restaurante Cristian, su tocayo, un entrenador de vóley que resultó ser muy familiar para él: "Yo te conozco". "Te tengo en Instagram desde hace medio año o así. Creo que hablamos algún día", confesó ante su cita, que parecía no tener tan buena memoria como su compañero de mesa: "No me suena".

"Fui detrás de él porque me gustó el perfil. Tiene una característica que me gusta mucho de los chicos, que sean calvos o rapados. Me fijé en él pero no cuajó en aquel momento", reconoció en unos totales a cámara. La cita entre ambos salió tan bien que, finalmente, decidieron seguir conociéndose fuera de cámaras.