MasterChef 9 arrancó ayer con representante mallorquín, Toni, un joven que se define como “impulsivo, trabajador y luchador” y que fue alabado por los jueces del programa: Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera. Se salvó de la primera criba y continúa en el programa. El estreno fue seguido por casi 1,6 millones de espectadores (1.574.000) y un 15% de cuota de pantalla en La 1.

Los concursantes se estrenaron con un cocinado solidario, preparando 150 raciones para la Asociación Zaqueo, en el Parc de la Mar, frente a la Catedral. Los equipos tuvieron que cocinar platos de un menú diseñado por los chefs Maca de Castro y Santi Taura, ambos con una estrella Michelin. Toni fue el tercer aspirante en convertirse en concursante de esta edición. 

Uno de los concursante que impactó con su testimonio fue José Maria. Su historia es dura: no conoce a su padre, su madre es toxicómana, su hermana murió con 19 meses y ha vivido con su abuela hasta que tuvo que ingresarla por padecer principio de Alzheimer. Ahora vive solo y estudia hostelería.

En la prueba por equipos, el de Toni tuvo que entregarse a una coca de trampó, carré de cordero con sobrasada de Mallorca y manzana de texturas. Toni fue el encargado de organizar el trabajo de su equipo, en la que fue la primera prueba de exteriores de MasterChef 9. El equipo azul, el de Toni, tuvo problemas con la masa de la coca, cruda, y con las costillas, pocas para todos los comensales. Toni fue felicitado por su motivación como capitán, con críticas a los concursantes Ofelia y Jesús. El equipo rojo resultó vencedor, garantizándose sus integrantes su continuidad una semana más. Toni fue elegido el mejor delantal negro y el jurado le permitió disfrutar de una ventaja: él decidió colgarse el delantal blanco y subir a la galería. Finalmente, Jesús se convirtió en el primer expulsado de esta edición.

Toni, de 34 años, natural de Palma, tiene un negocio de gastronomía local en el que hace tours de corta duración para turistas. Además de la cocina, su otra gran pasión es el póker, juego que practica de modo profesional y en el que ha estado muchos años formándose con un coach.

Según desvela el perfil del programa, se fue a Madrid con veinte años a trabajar vendiendo pisos. Al principio todo era un sueño, hasta que llegó la crisis y terminó volviendo a Mallorca. Al no lograr encontrar su hueco terminó mudándose a Nueva York y allí estuvo casi ocho años trabajando en jugueterías para niños haciendo, entre otras cosas, shows de magia. A su vuelta se perdió en el mundo de la noche y vivió una de las peores etapas de su vida. Por eso ahora colabora con Proyecto Hombre para ayudar a todos aquellos que lo necesiten. La cocina fue su salvación y su vía de escape. En todos estos años le ha ayudado muchísimo a lograr olvidarse de todo, y su pasión por los fogones le ha abierto las puertas a un nuevo mundo.

“La cocina para mí lo es todo, algo que siempre he llevado desde dentro”, confiesa Toni, quien se declara gran admirador de Karlos Arguiñano. Su plato estrella son los arroces y detesta “la falsedad” en las personas.

“Si ganara MasterChef intentaría invertir todo el dinero en ampliar mi negocio, ser cocinero, y destinarlo todo a la cocina”, afirma.

El próximo programa de MasterChef 9 tendrá lugar el martes 20 de abril, a las 22 horas.