Por tercer verano consecutivo, Sandra Barneda se vuelve a poner al frente de las mañanas de Telecinco, algo que para ella supone "todo un lujo", y asegura que el mayor riesgo de salir todos los días en pantalla no es "quemarse", sino el pecar de un exceso de protagonismo.

En una entrevista con Efe, Barneda, que acaba de dejar el programa "Un tiempo nuevo", asegura que la audiencia es soberana y hay que escucharla, aunque en algunos casos puede resultar "muy frustrante".

La periodista regresa al 'Programa del Verano', formato que toma el relevo al programa de Ana Rosa Quintana, y se califica como una persona "luchadora y rebelde".

¿Cómo valora que Telecinco haya vuelto a confiar en usted?

Valoro que tanto con la cadena como Cuarzo (la productora) confíen en mí por tercer año consecutivo. De momento no ha podido empezar mejor, siendo líderes. Para mí hacer las mañanas es una maravilla y todo un lujo.

¿Qué noticia le gustaría dar este verano?

Me gustaría dar la no-noticia. Que no sea un verano repleto de incendios, porque cada vez tenemos que ser más conscientes de cuidar nuestro entorno, que nos lo estamos cargando. Me duelen cada vez más estas noticias.

Por otro lado, que no hubiera ninguna tragedia como la que viví en mi primer verano, que fue la del accidente del Alvia (Santiago de Compostela). Por desgracia, en verano suelen ocurrir este tipo de cosas. Creo que va a ser un verano suficientemente fuerte a nivel político social, no me gustaría dar ningún accidente, desgracia o incendio. Para incendios ya tenemos a la clase política y el año que llevamos.

¿Qué esfuerzo supone aparecer todos los días en la pequeña pantalla? ¿Puede acabar por "quemarse" la imagen del profesional?

Hay que intentar no excederse en el protagonismo. En el programa estoy rodeada de colaboradores y arropada de un gran equipo que tiene su peso, con lo cual, tú no dejas de ser la maestra de ceremonias.

Lo más peligroso es pecar de un exceso de protagonismo, ése es el riesgo.

¿La audiencia prevalece por encima de todo en la televisión?

La audiencia es el medidor por desgracia. Está la frase de "la audiencia es soberana" y hay que saber escucharla. Igual que en otra empresa los resultados o las cuentas son las que miden tu rendimiento, para nosotros es la audiencia.

Algunas veces no es que un programa sea más malo que otro, sino que está en el momento y lugar equivocado, y otras veces un programa ha funcionado porque está en el momento y lugar adecuados.

Muchas veces te preguntas: ¿por qué este formato no funcionó o por qué la gente no vio esto? Pero la audiencia es la barra de medir y puede llegar a ser a veces muy frustrante.

¿Cree que en España los medios están excesivamente politizados?

No, pero creo que los medios españoles tienen una tendencia política. Si me preguntara por los medios públicos, diría que sí y creo que eso es un error, porque tienen que ir al ciudadano y no puede ser que cambie el gobierno y cambie la tendencia política.

Tendríamos que darnos cuenta que esa televisión la pagamos los ciudadanos y puedes estar más o menos de acuerdo con su parrilla y con su ladeo o no ladeo, pero no es de servicio público. Todavía no hemos aprendido que la televisión pública no es al servicio del político, sino al del ciudadano.

¿Deben posicionarse políticamente los periodistas?

Es una elección y no una obligación.

No lo critico, es su decisión. No es la mía, yo me guardo lo que voto para mi privacidad porque me parece lo más honesto en mi caso. Los periodistas tienen que ser honestos y hay veces que sientes que te tienes que mojar y puede que molestes a parte de la audiencia.

Pero es que nunca llueve a gusto de todos, el centro es muy complicado en nuestro país y también en el periodismo. Lo bueno es que te muevas como esas barras que se utilizan para saber si algo está recto o no y lo importante es que siempre vuelvas al centro, pero mantenerte es muy difícil.

Mediaset ha apostado este año de nuevo por un programa informativo para la noche de los sábados, "Un tiempo Nuevo", pero parece que no ha tenido el éxito esperado. ¿A qué lo achaca?

No sé, no soy analista de programas. Es una lástima que no haya terminado de encajar. Siempre pienso que un programa de actualidad política en Telecinco en prime time es una maravilla.

Es una pena, no hemos dado el formato, pero por respeto a un equipo que se ha dejado la piel, prefiero no decir lo que creo.

¿Se ha sentido discriminada en el trabajo alguna vez por ser mujer o ha tenido que trabajar más que un hombre para estar donde está?

Me considero afortunada, luchadora y rebelde. No es que haya tenido las cosas difíciles, pero ha sido cuestión de que si iba por una autopista soy capaz de cavar un camino para llegar al otro lado. Este país está evolucionando, pero venimos un país absolutamente patriarcal. Hay todavía que trabajar y hay que ser valientes.

¿Le sorprende que la condición sexual de un presentador se convierta en noticia?

El propio hecho de que me lo esté preguntando ya lo dice. Es una lástima. En el caso de la mujer hay mucho que trabajar todavía, no somos libres, vas con el subtítulo. Es molesto, pero al final uno no se debe avergonzar. Hay que avanzar para que sea algo integrado en la sociedad.

España ha avanzado muchísimo y va a la cabecera de Europa en esta cuestión pero porque la ley fue pionera, no porque la sociedad estaba preparada. La mayoría de las veces las leyes van por detrás de la sociedad, pero hay momentos en los que la sociedad tiene que ir por delante.

¿Siempre quiso ser periodista?

Me decidí por curiosidad, porque siempre he sido una mujer muy curiosa, vitalista y me gusta mucho la gente. Entonces pensé en periodismo.