Este miércoles el concursante más polémico del programa Top Chef recogía sus cuchillos y abandonaba el programa. Carlos no logró convencer al jurado con sus platos tradicionales y es que como se ha cansado de repetir en varias ocasiones, ni le gusta la paella, ni le gustan los platos tradicionales.

El programa estuvo lleno de sentimentalismo y es que la prueba por la inmunidad comenzaba con los concursantes intentando reinventar los platos preferidos de su infancia. La mayoría de ellos estaban encantados con hacer los platos de 'la abuela' y es que aunque con un toque moderno las lentejas, el arroz caldoso, el pisto e incluso el pan con tomate estuvieron presentes en la prueba por la inmunidad.

El jurado decidió no decir quien era el ganador de la inmunidad para mantener la intriga hasta el final y que todos los concursantes lo dieran todo en la segunda prueba. En la prueba grupal, las madres de nuestros concursantes jugaron un papel fundamental ya que ejercieron como pinches de sus hijos.

Tras mucha complicidad entre las madres y concursantes y también alguna que otra discusión los peores canelones fueron los de David, Carlos y los de Peña, según juzgaron los familiares comensales. Su reto en la Última Oportunidad consistió en cocinar el plato representativo de su región por lo que Carlos le tocó una paella. Durante esta prueba recibieron la visita del chef con estrella Michelín, Pedro Mario.

Finalmente, Carlos tuvo que recoger los cuchillos y marcharse del programa no sin antes dejar claro que no le parecía justa su expulsión. Además, Carlos quiso añadir que no le gusta la cocina tradicional, algo que ha repetido en numerosos programas pero que parecía que no había quedado claro por ello dejó el programa al grito: ¡No voy a cambiar nunca!.