El portero es el de Aquí no hay quien viva. Y el cuerpo es el de Fernando Tejero, que en menos que canta misa un cura loco ha salido del armario, se ha peleado con su novio, y se ha puesto como una moto machacándose en el gimnasio. Se ha puesto tan duro y tan remozado que ves la foto del portero, escuchimizado, de hombro bajo y pechos más que hundidos, y la del actor en los tiempos del amor roto, y parece otro. Hace unos días, a finales del mes pasado, pasó por Todo va bien, que ahí se mantiene a pesar de su baja audiencia. Los refritos de El hormiguero consiguen más fieles que los originales de Xavi Rodríguez, el risitas. Estaba en un sinvivir por ver qué pasaría cuando, de vuelta de sus vacaciones, llegaran los leones de ese horario, Pablo Motos y sus títeres, y El Gran Wyoming y su banda. Es posible que si a Edurne le siguen bajando el escote, hoy por una razón, y mañana por la misma, puedan mantener el chiringuito para demostrar que el humor es diverso y puede existir en tres cadenas a la vez con tres tipos de rollo. O en cuatro, que a la misma hora Telecinco se lo pone difícil al resto con uno de esos inventos con los que de vez en cuando sorprende la cadena sacándose del seso, que uno creía agostado y entumecido de farfolla catódica, un mojón más monumental que el resto, pero no, Cazamariposas -una vuelta de tuerca al mundo del corazón y de la moda, al modo en que lo hacen unos tipejos repelentes que forman la Asamblea Fashion-, demuestra que aún hay recorrido en el precipicio hacia la tele de bulla y traca, de humo y nada, de escoria bien condimentada, lista para no despertar a cerebros que duermen el sueño de su complaciente burricie. Total, que Fernando Tejero visitó hace unas fechas el plató en Cuatro de Todo va bien -estos días, apenas el 4% de audiencia-.

El oremus de Roberto

Y por exigencias del guión, Edurne, que según no sé qué encuesta es la co presentadora con mejor cuerpo de la televisión nacional, se levantó de la silla, se fue al cuerpo del ex portero de la comunidad más divertida de la tele, y le levantó la camiseta para testar la dureza del lomo del cordobés, y sí, "está durito, durito, aquí no hay Photoshop". Parece que la razón por la que el ex pescadero ha hecho un pablo motos con su barriga no es que lo dejara Míster Gay 2012 sino que prepara película junto a Eduardo Noriega en la que hará de policía, pero esa es una razón chorra porque hay policías que tienen más tripa que Carmen Alcayde, preñadísima y gamberra, y son excelentes representantes de la ley. Yo creo que es un arrebato, un reto. Si el novio tenía acero en la barriga, él no iba a buscar amores con las lorzas de un solitario que se sienta frente a la tele a llorar su soledad. Y con las mismas se fue al gimnasio. Ojo, Fernando, que de ahí a hacerte un choni de Mujeres y hombres y viceversa sólo hay un cheque. Eso, estoy seguro, es lo que le han plantado en la cara a Roberto Leal para que abandone Espejo público y vuelva como una estrella a España directo, de donde salió hace unas temporadas. El andaluz se hará cargo del magacín de tarde de La 1 en su nueva etapa. Ya no lo veremos visitando restaurantes, sonriendo a cámara, y moviendo el dedo para dibujar un círculo en el aire mientras le decía a Pilar García Muñiz que las almejas estaban para chuparse los dedos. No sé qué tipo de impulso esperan darle a España directo contando con este señor, pero me aventuro a decir que si no cambian los guionistas, si no arrumban de una vez las conexiones gilipollas, y si siguen haciendo del tiempo un protagonista absurdo, España directo seguirá siendo el programa estúpido que presentó Pilar y el programa patético que ha presentado Marta Solano, que volverá a los deportes del fin de semana. Suerte Roberto. Siempre te queda, como Edurne con su escote, desabrocharte la camisa y enseñar las pantorrillas pasando por el oremus de en medio.

La foto del pánico

He dicho oremus y he tenido como un fogonazo, como una visita en forma de trío. ¿Vieron la semana pasada la foto del pánico? Es esa en la que se ve a Angela Merkel y a Mariano Rajoy entre un trozo de madera, al que llaman apóstol Santiago, tallado con menos arte que Paquirrín, con los ojos espantados y cejas de travesti, sin saber qué hacer allí, mirando como si miraran con interés pero pensando cada uno en sus cosas. Esa indefinición, ese desnorte de los líderes de occidente, da tanto miedo como cuando saben lo que hacen. Sólo falta, para que esto no tuviera remedio, que alguno de los que nos está llevando a la ruina aceptara el reto soplapollas de echarse el cubito de agua por la cabeza con una mano y masturbarse con la otra pensando en el gustillo que da recortar en sanidad, en investigación. Pero si usted aún no se ha echado el maldito cubo por la chola para combatir la Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA, o se lo ha echado pero no ha soltado lo principal, es decir, la pasta que deberían soltar los gobiernos, no se apure. Todavía puede dejarse tocar las tetas. Como lo oye. No hace falta tener el cuerpo del portero. Sólo tiene que levantarse la camiseta e invitar al que pase a que le toque las brevas, supongo que con un tercero que haga las veces de reportero para que la acción rule por el mundo y la gilipollez no acabe jamás de los jamases. Si los del cubo con hielo se lo han pasado bomba por los platós de medio mundo, sin soltar un puto euro para el ELA, las de las tetas luchan contra el sida. Se le ocurrió a Rina Serina, actriz porno japonesa. Tócame las mandarinas, y pasa por caja. La performance estruja tetas será emitida por un canal de pago japonés. Cuando la ola de este último invento llegue a España espero que Pablo Motos, Fernando Tejero, Edurne o el mismísimo Aznar se dejen manosear por el pueblo llano, que para eso están, para alegrarnos el ojo. Pero por el apóstol policromado, por el dios más gamberro, ni se le ocurra a la generala Merkel y al furriel Rajoy abrirse el refajo y enseñarnos las lorzas, que lo que hacen por nosotros ya es suficiente.

La guinda

FesTVal de Vitoria

Vitoria ha vuelto a ser esta semana un gran plató de televisión. Por él han pasado las caras más conocidas de la pantalla. Las cadenas han promocionado sus trabajos, los equipos han defendido el suyo, y algunos hasta han recogido premios. Este comentarista ha vivido de cerca la sexta edición del FesTVal, pero será la próxima semana cuando lo comparta con ustedes. Incluso lo que viva con Jorge Javier Vázquez, si es publicable.