Este viernes es uno de los días más tristes e importantes para Raquel Sánchez Silva. La presentadora declara ante el fiscal de Palermo por la muerte de su marido, el cámara Mario Biondo el 30 de mayo de 2013. Más de un año ya duro para la presentadora, ahora comienza una nueva vida e intenta cerrar este triste capítulo que comenzó cuando su esposo falleció en su casa de Madrid.

Esta misma mañana Raquel declara ante el fiscal italiano después de que los padres de Mario reabrieran el caso en su país natal. La justicia española concluyó que la muerte del cámara se había producido por un "fatal accidente" y que no hubo terceras personas que interviniesen en esta. Pippo y Santina, padres de Mario, no se quedaron satisfechos con esta resolución y lucharon en Italia para que se reabriera el caso. Meses de platós y programas en la Rai que han conseguido que hoy declaren Raquel, la asistenta que encontró el cadáver de Mario y el representante.

Un trance duro para Raquel que debe volver a recordar esos fatídicos días. Los padres de Mario se han trasladado a nuestro país acompañados por un equipo de la televisión italiana para grabar todo lo que sucede, como ya hicieron cuando visitaron a la madre de Raquel en Plasencia.

Raquel afronta con energía e intentando guardar su dolor en la intimidad este nuevo intento de su familia política por buscar lo que para ellos es "su verdad". Ella vive ahora feliz con un nuevo amor y con el éxito de su primera novela Mañana a las seis.