El alma mater del Bohío, Pepe Rodríguez, vuelve a ser uno de los miembros del jurado más entrañables de la segunda edición de Masterchef. Su carácter ácido y si cabe más irónico que el resto, aporta ese componente estrella en el talent show culinario de TVE.

¿Cree que el formato de los «programas cocina» puede llegar a caducar?

No lo sé. Es posible que se sature la pantalla, pero como se puede cansar de cualquier otra cosa. Desde luego, comparar Masterchef con otros programas, es como la noche y el día. En la parrilla de la televisión tiene que haber de todo. Pero en Masterchef trabaja un equipo de doscientas personas que llevan más de veinte años haciendo televisión. Y eso al final se nota. Televisión Española cuida mucho la calidad y el espectador lo ve. Es como los buenos restaurantes que hay muchos pero no en todos se come bien.

Vuelve a cumplir su papel de malo...

No soy malo, soy el más serio. Utilizo mucho la lengua mordaz, porque me gusta echarle sal y pimienta, no para ridiculizar a los concursantes„ porque los trato con mucha educación„ pero sí que me gusta someterlos a un castigo con mucha sorna. Es mi manera de entender la vida.

¿Cómo ve a los concursantes?

Hay una gran variedad. Tenemos un doctor en energía molecular, un técnico en radioterapia, un profesor de yoga, un arquitecto... (valenciano, ya expulsado). Son gente con sus estudios, que tiene una manera muy peculiar de ver la gastronomía. Algunos tienen una visión muy distorsionada. Pero sí que es cierto, que ven más allá que los profesionales.

¿Y son mejor o peor que la otra vez?

Igual. Ni mejor ni peor que el año pasado, son cocineros amateur.

¿Le sorprendió Daniel «el valenciano » con su salmón al lavavajillas?

Es un personaje único, que entiende la cocina de una forma demasiado extraviada. La cocina tiene una estructura y hay que entenderla como es. Para construir un plato moderno, donde se crea en el, tiene que tener una base, y por muy bien que cocinen, no dejan de ser amateur.

¿Pero estaba bueno?

Estaba bien, pero me parece una marranada, que no tiene sentido ninguno. El lavaplatos no pasa de 90 grados y está envasado al vacío, pero aun así no lo acabo de ver. Yo mismo le pregunté si le echaba también jabón.

¿Alguna novedad?

La idea es la misma, lo que sí que cambia son los concursantes, que son los que dan el fuego nuevo. Lo que se genera en los cocinados es la salsa del programa. Además este año lo que llama mucho la atención son los exteriores y los lugares donde cocinan los concursantes.