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Mercadillo de parejas

A lo que vamos. Si no saben lo que es ´Vuélveme loca´ tampoco sabrán quién es Jaime Bores, salvo que lo recuerden por su proverbial torpeza. Está vivo. Forma pareja con Tania Llasera. Están en Telecinco. Hacen un programa de candela rosa, de crónica cochina. Si no lo conocen, ni lo intenten

Cipriano Torres

Esto, de nota. Si hablo de Vuélveme loca, quizá usted ni sepa de qué hablo. Si no lo sabe puede sentir el cosquilleo de la inteligencia. Aquí, ser ignorante es un punto. Si no sabe que existe una cosa llamada Vuélveme loca, mejor. Mejor para usted, que seguro que tiene cosas mejores que hacer, aunque sea prestarle atención a los chascarrillos políticos que parece contar a todas horas Cristóbal Montoro, el ministro más feliz, el que parece no creerse de verdad que sí, hombre, que ya es el ministro de Hacienda. Habla como si aún estuviera en la oposición, bocazas. Recuerden que este hombre era de los que se venían abajo en cuanto conocíamos algún dato bueno para la economía. El mismo que ahora pide comprensión y tiempo a la Unión Europea. Otro de los que decía, como Mariano Rajoy, que saldríamos de esta en tres segundos porque la confianza volvería en el mismo momento en que Zapatero se quitara de en medio. Pero centrémonos, como Ana Botella, que no para de centrarse. Sobre todo cuando le pregunta Gonzo para El intermedio. Tan centrada está para no soltar alguna de sus chiripitifláuticas salidas que ha dado con la tecla, sonreír, gravitar mientras anda, mirar traspuesta, y usar la mítica táctica de Isabel Pantoja, dientes, dientes, que es lo que les jode. A lo que vamos. Si no saben lo que es Vuélveme loca tampoco sabrán quién es Jaime Bores, salvo que lo recuerden por su proverbial torpeza. Está vivo. Forma pareja con Tania Llasera. Están en Telecinco. Hacen un programa de candela rosa, de crónica cochina. Si no lo conocen, ni lo intenten. Si me fijo en él es por ellos, por Jaime y por Tania. Ridículos. Es una pareja sin alma. Dan saltos, bailan, cantan, miran a cámara, hacen aspavientos, pero son más falsos que los besos de tornillo entre Rajoy y Mohamed VI. Son tan malos que Paolo Vasile les ha quitado el pesebre. Se ha cargado el programa.

Tócame la cordillera

Todo lo contrario de lo que siente uno viendo a Pilar García y al asturiano José Ángel Leiras. ¿Ni idea? Los de +Gente, tampoco se pongan tan finolis. Vale, el programa es otro de cotilleo blanco, que no hace daño, que monta reportajes delirantes sobre algunos famosillos, que busca el lado más amable de esa fauna, cochambrosa a veces, divertida otras. ¿Y qué hacen Pilar y José Ángel? Pues que sin llegar a la sangre uno advierte su tono de coña, y cuando dan paso a los reportajes y han de presentar a impresentables, ellos, educados pero canallas, despliegan aromas de complicidad, y sin ser groseros, son irónicos, y saben distanciarse de ese material con personajes de saldo, y en el plató forman una pareja más que bien avenida, y cuando se ríen se ríen en serio, no porque lo manda el guión sino porque les sale, y uno en casa se lo cree. No así a esa pareja valenciana que aparentaba estar hecho el uno para el otro hasta que descubres que ahí no hay amor sino truco. ¿O es que no se han fijado que Ricardo Costa, el atildado pijo que trabajó para, por, sobre, y desde el PP, siempre sale como enfurruñado, serio, a pesar de que el jurado -popular- diga que no es culpable? Lo opuesto a su pareja, que guiñó el ojillo a ese jurado al conocer el fallo. Francisco Camps no encontró el calor de la mano de Costa en momentos tan, tan bonitos. Normal. Cómo olvidar que el pijito estirado le dijo al Bigotes que éste, o sea, Camps, lo tenía socarrat, chamuscado, harto. ¿Vieron el capítulo de Águila Roja en que Satur, Javier Gutiérrez, le decía al rey que todo iba bien menos con el sastre –vaya, tenía que ser un sastre- porque le había manoseado toda la cordillera? Pues igual. A Costa, Camps le tocaba la cordillera. Lo normal en una pareja, pero estos pijos sacristanes son rarísimos. Y ni cuando les toca el gordo de la lotería se relajan y brindan por su pública inocencia. ¿O es que saben que ser no culpable es una cosa y ser honrados e inocentes otra? Con ese fuego interior de pareja, no hay forma de tocarse las cordilleras en público.

Soraya, Ricardo y Jaume

He dicho sacristanes y llama a la puerta con urgencia Ricardo Blázquez, que es nada menos que arzobispo de Valladolid. Mucho, en su empresa. Las tertulias han echado humo. Qué gritos, qué voces, qué cosa. El hombre, a todas luces cabal y coherente, ha dicho lo que tenía que decir, que Soraya Sáez de Santamaría –nunca serás mía- será una estupenda mamporrera de Rajoy, pero al estar casada por lo civil no es la pregonera ideal que necesita la Semana Santa de su ciudad. Vamos a ver, sigo extrañándome de que la gente se extrañe. Ricardo Blázquez aplica las normas de su iglesia. Yo no formo parte de ella porque, aparte de otras consideraciones más profundas, sus normas no me molan. Así que el hombre está en lo que está, sin hipocresías. La que debiera de mirar su fe, su pertenencia a ese dogma, es la vicepresidenta, que no lo cumple. Ella, y los miles y miles de tumbas blanqueadas, del PP o no, que se dicen católicos, apostólicos y romanos, pero se divorcian, abortan, son madres solteras, son padres puteros, o sueñan con una buena cordillera en la boca. Señores, señoras, si no cumplen con las reglas, hay que darse de baja. Verían qué pronto estos timadores del más acá cambiaban su rollo, su moral, su dogma, y hasta a su padre, si al no tener clientela dejaran de recibir del Estado más de 13 millones de euros al mes. Al mes. De hecho, el arzobispo Blázquez, que tendría que no dejar pisar la catedral a esta oveja descarriada, por muy poderosa que sea, reconoce que sí, que estará presente en el pregón formando pareja con la mujer que se ayunta con macho sin estar casados por la iglesia. A mí me gusta más el obispo de Tarragona, del Opus Dei, que vuelve a las raíces en entrevista a TV3. Jaume Pujol reza la clásica letanía de que el comportamiento homosexual no es adecuado para la sociedad y de que las mujeres no son de decir misa, igual que él no es de tener hijos. Ay, tontín, porque no quieres. Levántate esas faldas y deja que te trasteen la cordillera. Hay monjas monísimas, y abriendo el abanico, monjes dispuestos a todo por su obispo. Amén.

LA GUINDA

La Sexta emite el lunes Crematorio, serie de 8 capítulos con decenas de premios, entre ellos el Pasión de Críticos del FesTVal de Vitoria. Gran producción, excelente guión sobre la novela de Rafael Chirbes, y trabajos de quitar el hipo de todos los actores de la misma, con José Sancho, Alicia Borrachero, y una espléndida Juana Acosta, entre otros. Viendo Crematorio se le revuelven a uno las tripas. Por entender tantas cosas.

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