Mallorca tiene numerosos lugares donde perderse y disfrutar de espectaculares jardines y construcciones que cuentan con siglos de historia. Entre estas localizaciones, el Palacio de la Almudaina y s'Hort del Rei:

Palacio de la Almudaina

Desde Cort continuaremos por la calle del Palau Reial, llegando al Palacio de la Almudaina. Debe entenderse que el actual palacio no constituía la Almudaina, tal y como hemos señalado antes, sino que su nombre deriva del hecho de encontrarse en el interior de la ciudadela.

La Almudaina era la sede de los gobernadores musulmanes, que se reconstruyó siguiendo el estilo gótico con la conquista cristiana. Ha sido siempre el lugar de residencia del jefe del Estado o de su representante en las Islas Baleares. En época islámica residieron en él los valíes o, durante el corto período de independencia política de Baleares, fue la residencia de sus cabezas, Al-Murtada y Mubassir Nasir al-Dawla.

Las obras de restauración del siglo XX destaparon algunos restos de la época musulmana como los baños, las torres y el conjunto conocido con el nombre de arc de Drassana. También aparecieron durante las excavaciones varias conducciones residuales de la canalización de la ciudad islámica: tubos de barro cocido, bocas de distintos diámetros, etc., conjunto que permitía la existencia de fuentes en la superficie. Gracias a estos trabajos se han elaborado varias reconstrucciones de cómo debía ser el edificio en su época originaria y también se han establecido hipótesis sobre su cronología. La planta debía contar con una estructura rectangular con una torre de planta cuadrangular en cada uno de los extremos y otras dos, más estrechas (una de las cuales se ubicaba en el lugar que hoy ocupa la torre de l’Àngel). Se trata de construcciones levantadas con la técnica denominada de soga y tizón, muy común durante los siglos X y XI. En cuanto a la datación, el núcleo del edificio, el qasr, puede datarse en el siglo X, del que se conservan actualmente pocos restos (como las bases de las torres situadas en la fachada frente a la Catedral), con una serie de modificaciones realizadas entre finales de esta centuria y el siglo XI: la construcción de la torre de l’Àngel, varias dependencias y el levantamiento de un muro de tapia de 18,25 metros de altura, entre otras.

Hort del Rei

Desde la catedral nuestro itinerario puede tomar dos caminos totalmente opuestos: a la izquierda hacia los baños árabes de la calle de Can Serra y a la derecha hacia l’Hort del Rei. Continuaremos por este último.

Descendiendo hacia la plaza de la reina, por la calle Conquistador, puede contemplarse la fachada Este del Palacio de la Almudaina y los jardines de l’Hort del Rei, antiguamente utilizado para abastecer a los habitantes del Palacio. Junto al huerto se extendía un brazo de mar que enlazaba con el torrente de la Riera, que entraba en la ciudad por la Rambla y el Borne.

Los actuales jardines de la Glorieta dedicada al poeta Joan Alcocer ocupan el solar del antiguo convento de San Francisco de Paula y éste el de una mezquita y unos baños públicos muy citados en la documentación medieval. Los baños eran los de la porción de Nunó Sanç, cerca del puente Jusà. Parece que éstos tomaban el agua de una cenia y de la acequia de Ayn al-amir, ya que cerca se encontraban dos estanques unidos a los baños por la acequia.

Por la calle Antonio Maura y dando entrada a la calle del Mar se encuentran los restos de una puerta de la muralla islámica recientemente restaurada. Saliendo por ella podemos imaginar una zona libre de edificaciones que se entendía entre la muralla y el mar, en la que sólo se desarrollaban actividades relacionadas con la navegación, en torno a los muros de la atarazana.