Es Carbó es conocido por ser el arenal sin urbanizar más frecuentado por mallorquines, sobre todo locales de la Colònia de Sant Jordi.

Su longitud -un kilómetro y medio- y su lejanía a cualquier núcleo urbano hace que sea una playa poco frecuentada en la que pasar un día muy tranquilo.

Se puede acceder en coche desde la Colònia de Sant Jordi o bien desde el Cap de Ses Salines. En el primer caso, hay que caminar 2,5 kilómetros atravesando las playas de es Dolç y es Dofí; y desde Cap de Ses Salines hay una distancia de 6 kilómetros, aunque se puede recorrer cómodamente, ya que el paisaje es digno de ver.