Organizadores de eventos, hoteleros, políticos... todos lo constatan. En el último lustro ha aumentado notablemente el número de bodas celebradas en Ibiza y Formentera. Y es que cada vez hay más personas que deciden casarse en las islas pitiusas. ¿A qué se debe? Su fama internacional las precede. Y la belleza de sus parajes siempre ha estado ahí. «En los últimos años se ha puesto de moda casarse en la costa», señala como posible motivo el organizador de eventos ibicenco Miguel Martí.

Por su parte, Álex Reyner, subdirector de alimentos y bebidas en el hotel El Destino, va más allá en el caso concreto de Ibiza: «Se ha ampliado notablemente la oferta de establecimientos que acogen celebraciones de boda», asegura. Los profesionales del sector coinciden en que este segmento puede haber aumentado en un 30 por ciento estos años en la isla. Pero el incremento no se reduce a hoteles o agroturismos. Fotógrafos, wedding planners, decoradores... toda la industria que mueve la celebración de bodas y otros eventos también ha crecido en número, se ha especializado y han modernizado su oferta.

Según la consejera de turismo, Carmen Ferrer, Ibiza se está posicionando como uno de los principales destinos nupciales en toda Europa. Los países de procedencia de estas parejas de novios coinciden con los emisores de turismo de Ibiza como son Reino Unido, Alemania u Holanda. Aunque según las empresas organizadoras de bodas, los futuros novios ahora también llegan de territorios más lejanos como Rusia o Hong-Kong. «Algunos hacen la boda formal en sus lugares de origen, con la firma de documentos, y después la celebración con amigos y familiares la organizan aquí», explica Ferrer.

«También sucede que mucha gente que ha asistido como invitado a una boda en Ibiza, le ha gustado y ha decidido celebrar su propia boda aquí. Todo esto supone un desembolso que cada año va siendo más importante en la isla, porque una boda no solo es la ceremonia, el restaurante y el alojamiento».

Dar el ´sí quiero´ en alta mar a bordo de un lujoso yate o desde los acantilados de Cala d´Hort mientras se pone el sol, es posible en Ibiza. «Los novios nos piden de todo. Hay mucha gente que quiere casarse en una playa concreta porque es donde se conocieron. Eso es lo más difícil de conseguir porque no siempre obtienes el permiso », explica Justin Hewitt. Espectáculos de fuego en la playa, globos de helio que los invitados lanzan al aire al finalizar la ceremonia, montajes audiovisuales en plena naturaleza... Las posibilidades en la celebración de bodas son cada vez más llamativas. Y los wedding planners saben que su primer mandamiento es ´nada es imposible´.