La conversación con Bel es muy amena. Bel me explica la génesis de su familia, desde su antepasado Gabriel Moyà Terrsa que 1854 empezó a producir licores; de la fundación oficial de la empresa en 1890, de sus raíces ancestrales y del peso de la tradición y de la familia. Me enseña cuadernos antiguos donde están escritas las fórmulas magistrales que han dado a esta casa su prestigio en la fabricación de espirituosos: ‘Ambrosía de Bellpuig’, ‘Licor gol’, ‘Herbes Moyà’, ‘Palo’…

Me comenta Bel, ‘Somos artesanos. Mimamos nuestros licores que hacemos con productos de la comarca, de Km0. Desde el primer momento hemos buscado la calidad. Los años de actividad nos avalan.

Ahora, apostamos por seguir creciendo, creando nuevos licores que nos diferencien, por su sabor y calidad, en el proceloso mar del mercado. La competencia es potente pero perseveramos, nuestros espirituosos se venden en todo el mundo. Somos felices por lo que hacemos y estamos orgulloso, y queremos seguir manteniendo ese punto de complicidad con los consumidores que nos hace crecer’

Bel, es todo entusiasmo y te lo contagia. Habla con devoción y amor de lo que hacen. ‘Somos equipo, apunta. Todos remamos en la misma dirección’. Me habla de lo nuevos productos, del ‘Riu d’Herbes’, una mezcla de hierbas maceradas cada una por separado y mezclada con anís y miel de eucaliptus. Del vermut ‘Rumbo’, que es vermut que contiene infusión de Palo. Del ‘Mescladis de Matançes’, que tiene una gran aceptación en Alemania y que, ahora, durante estos meses, será disfrutado por todo mantancer que se precie. Del ‘Palo de bota’, un palo que ha reposado en bota y cuyo resultado es más cremoso y muy equilibrado.

Como ven, el Nou Món Moyà, se mantiene vivo y desde nuestras páginas les felicitamos y les animamos a que mantengan este espíritu que les ha hecho grandes. ¡Salud!