Algunas creencias y filosofías utilizan las plantas como instrumentos de armonización energética. Dicen que vivir rodeado de naturaleza regula el estrés, armoniza nuestros campos energéticos y ejercita nuestra paciencia y concentración. Lo cierto es que la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza se están convirtiendo hoy en día en una necesidad urgente de incorporar a nuestro entorno cambios que implementen esta consideración.

Rodearse de verde no es sólo un recurso decorativo, además de aportarnos belleza y conectarnos con la naturaleza, permite ahorrar energía y eliminar tóxicos, relajar la vista y amortiguar los ruidos. Las plantas depuran el aire, y no nos referimos exclusivamente a la fotosíntesis, hablamos de plantas que son filtros naturales contra los tóxicos. Son capaces de regular la humedad relativa interior o de actuar como absorbentes acústicos para mejorar el confort. Es más, la presencia de mantos vegetales en fachadas exteriores mejora el aislamiento y un control de insectos en los alrededores de la vivienda y las cubiertas ajardinadas actúan como aislante térmico y favorecen la reducción de la temperatura ambiental. Las plantas más que una moda se han convertido en una necesidad para conseguir un entorno saludable, confortable y energéticamente eficiente.

No hay dos plantas iguales, ni tampoco dos formas idénticas de exhibirlas. Combina alturas diferentes, plantas de hojas verdes con otras que aporten color, llena tu cocina con plantas aromáticas, decora tu baño con plantas que se adapten a la humedad y también en el dormitorio, ya que dormir con ellas no suponen ningún riesgo, al contrario mejoran la calidad del sueño. Tanto si quieres pasar horas cuidándolas como solo unos minutos a la semana, es necesario elegir la especie acertada, crecimiento rápido o lento, hoja perenne o caduca, riego automático o manual... 

El recipiente importa, pueden ser de diferentes medidas, lo que aportará movimiento al conjunto, materiales coherentes con el resto de la decoración, piedras naturales, terracota, cerámicas, maderas exóticas… cestas, cubos de zinc…

El valor estético de las plantas es incuestionable, aportan color a través de la floración a los espacios interiores. A lo largo de las distintas estaciones del año, sus cambios naturales nos ayudan a crear ambientes adaptados para cada temporada.