Cuatro décadas han transcurrido desde que el emprendedor Jaume Calafat Nadal fundara en Santa María en el año 1979 el germen del Celler que conocemos hoy en día. Nada tiene que ver el mundo del vino en la isla en la actualidad, un sector que se ha transformado completamente gracias a cellers como Jaume de Puntiró, uno de los pioneros que protagonizaron la revolución del vino en Mallorca. A principios de los años ochenta iniciaron su andadura con vinos de calidad a granel que servían a pie de bota en garrafas de 16 litros y que hacia las delicias de vecinos y clientes fieles de la comarca. El testigo de la bodega ha sido recogido con éxito por los hermanos Pere y Bernat Calafat, que han dedicado todos sus esfuerzos en convertir el proyecto paterno en la bodega que conocemos hoy.

Pere Calafat se ha implicado como viticultor al cuidado del viñedo familiar al cual dedica toda la sabiduría payesa inculcada por su padre. Mantuvo la bonita tradición del Brot de Pi en los cellers de Santa Maria: Inquietos y muy activos culturalmente, la bodega ha sido escenario de interesantes eventos musicales, exposiciones de arte y talleres literarios, que promueve junto a su hermano Bernat como el tast llunàtic, la vermada gegantera, gloses i poesia El resultado de todos estos años de esfuerzos ha sido la obtención de vinos artesanos de alta calidad, respetuosos con el medio ambiente y el entorno con certificación ecológica. La vinculación del Celler con la D.O Binissalem es muy estrecha, Jaume de Puntiró es uno de los 13 celleres miembros y Pere Calafat fue su presidente en el año 2009.

Gracias a Cellers como Jaume de Puntiró podemos hablar de la historia del vino de calidad en Mallorca. Nuestra más sincera enhorabuena desde las páginas de manjaria por estos 40 años de éxitos deseando que como mínimo cumplan 40 años más de buen vino Molts d’Anys!

40 anys de Puntiró

40 anys de Puntiró