La isla esconde paraísos incluso para los mallorquines, como las Cases de Son Barbassa. En este encantador agroturismo se respira descanso y tranquilidad, pero también se disfruta del sabor de una excelente oferta gastronómica con bellísimas vistas al pueblo de Capdepera y su castillo.
Entre sus especialidades hay que destacar platos como el solomillo de cordero con miel y romero, el tombet de bacalao al pil pil de calabaza, la mozzarella crujiente sobre confitura de tomate casero o el foie con tostas y mermelada de pétalos de rosa. Estas y otras delicias de su carta se complementan con su menú con el que permiten degustar sus platos por tan solo 29 €, que, por cierto, los lunes se basa en la cocina mallorquina, mientras que los jueves hay barbacoa con bufet de ensaladas y tapas.
Se me olvidaba comentar la parte dulce. Tan solo os diré que disfruté con el cucurutxo d´ametlla mallorquina amb gelat de figa de moro y que queda pendiente probar la greixonera de ensaïmada con helado de hierbas dulces. Por cierto, la gran mayoría de productos que el cocinero Juan A. García usa en sus platos son de la misma finca del agroturismo. Buena muestra de ello es el excelente aceite que elaboran de la finca de Son Barbassa.
Los vinos bien merecen un capítulo a parte: tienen lo mejor de Mallorca: Toni Gelabert, Mesquida Mora, Son Prim por poner algunos ejemplos.
En pocas palabras: Todo un auténtico placer.
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