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Fast food

Colas de hora y media en Barcelona por una hamburguesa del youtuber Esttik

Nuevo destino de peregrinaje gastro: Smash Hiro | Las 'smash burgers' te las prepara un youtuber con 4,45 millones de suscriptores | Varias parejas ya le han pedido toda la carta de golpe

Esttik posa este mediodía junto a la cola de su hamburguesería, Smash Hiro, dividida en dos para no interrumpir la entrada a las tiendas vecinas. Laura Guerrero

Aquí se hace cola con el mismo espíritu de resignación que cuando te enganchan en una conga. Es una hamburguesería, pero tiene postes con cadenas para delimitar la fila de espera, como en las discotecas. Es viernes, aún no ha abierto y hay una treintena de personas en la puerta más cargadas de paciencia que Cupido viendo ‘La isla de las tentaciones’. Hoy ha venido un chico de Sevilla y una pareja de Huelva. “El fin de semana ya hay gente a las 12”, asegura Abi controlando la entrada. “La última vez esperé hora y media”, dice sin resoplar Anaïs, una reincidente. Varias parejas ya les han pedido de golpe toda la carta

Smash Hiro (Floridablanca, 148). Es el nuevo destino de peregrinaje gastro. Antes de abrir, ya había pasado por aquí la flor y nata de Youtube: desde byViruZz (5,71 millones de suscriptores) hasta JDalmau (1 M). Los amigos del dueño. Acudieron en masa a la inauguración 600 personas con el móvil echando humo. Tres semanas después, aún hay colas a diario. Y eso que ya hacen casi una hamburguesa por minuto. Los sábados circulan por sus mesas unos 600 clientes, calculan; 300, entre semana. El local tiene un aforo de 40, sin contar la terraza. Hay más vídeos comiendo a cámara lenta en esta hamburguesería que ‘memes’ de la cobra del PP a Villacís.

Dos veinteañeros colocan la mano en plan visera en la cristalera con ansia de fan. “A ver si está Esttik”. Se refieren al youtuber malagueño que mueve masas haciendo retos de comida: tiene 4,45 millones de suscriptores. Sí, ahí está, en la cocina. Hace dos años ni se lo hubiera imaginado, confiesa él. Ahora prepara hamburguesas con la agilidad de Chicote.

Esttik, en la cocina con el resto del equipo de Smash Hiro, muestra una de sus 'smash burgers' recién hecha. Laura Guerrero

Son las que se llevan ahora: las 'smash burgers'. Traducción literal: burgers aplastadas. “Me obsesioné”, confiesa Esttik. “De soñar con ellas –jura-, de estar todo el día viendo vídeos, visitando sitios, probando, cocinando y cocinando”. Habrá catado 200 en el último año, calcula. Eso son más de 4 por semana. ¿Su recomendación en Barcelona aparte de las suyas? “Smash House Burger”.

En su DNI pone Josué Montero. 28 años. Hace tres que se fue a vivir a Andorra como buena parte de youtubers. Hace cinco que dejó su trabajo: era el encargado de un McDonalds en Málaga. “Un gran poder –resume ahora en Instagram a lo Spiderman- conlleva una gran responsabilidad”. ¿Su poder? “El poder llegar a muchísima gente –se pone serio-. Los influencers, youtubers, streamers a veces no somos conscientes. Tienes que tener una gran responsabilidad siempre –recalca-, porque si dices cualquier locura, esa locura va a llegar a muchísimas personas”.  

El youtuber se hace una foto con dos clientes que han venido a verle de Huelva. Laura Guerrero

Solo con ver sus vídeos te entran ganas de tomarte cinco Almax. Esttik es 'eater pro'. Comedor profesional. Eso significa que es capaz de comer hamburguesas de 5 kilospizzas de 7, roscones para 30 personas y toda la comida de su abuela de golpe. Tiene dos records Guinness: por devorar 9 ‘hot dogs’ en 3 minutos y 343 gramos de nuggets en menos de uno. “A ver si este año puedo conseguir otro”, adelanta-. Lo grabarán en un mexicano de Barcelona: La Adelita. Tiene que zamparse un burrito de 400 gramos en menos de 34 segundos. “Sin agua y sin nada”. 

Nadie diría al verle que tiene el saque de Homer Simpson. La pregunta que más le repiten: ¿cómo consigue no engordar? “Esto es constancia, rutina y tener un conocimiento propio del cuerpo –responde él-. Yo siempre lo digo: no hago una cosa sana –admite-, pero sí lo intento adaptar para poder hacerlo hasta que me deje de gustar”. ¿Pero qué le gusta? “Cuando voy a un local y hay un reto y no me conocen –se emociona-. Me gusta la reacción que tienen. Sobre todo en los viajes de EEUU. Se quedaban alucinando: ‘¿Pero cómo es posible que se coma esto?’”. 

¿Lo más increíble que se ha zampado? “Un reto en México –recuerda-. Me hicieron un ramen gigante que nadie jamás se había podido terminar: 5 kilos de ramen caliente y un poco picante”. Se lo acabó. “No sé todavía cómo me entró eso –se ríe-, pero sí que estaba bueno”.  

A estas alturas, Esttik ha sacado una marca de camisetas, ha publicado un cómic (en breve llega el segundo) y acumulará en su casa un centenar de consolas de los años 80 y 90 (se intuye con la decoración retro de la hamburguesería, hay hasta un arcade). ¿Su sueño? “Que no sea solo la hamburguesería de un youtuber –dice-. Y abrir una en Málaga. Así podría ir mi familia”. Muy pronto empezará a proponer retos puntuales en su hamburguesería. “No será un reto de muchísima cantidad –adelanta-. Quiero que sea posible para la gente”.   

Los clientes aprovechan la cola para mirar el menú. Laura Guerrero

Los clientes de la puerta aguantan el trago mejor que Clara Chía. Hace años que hacer cola en Barcelona pasó a ser un estado de ánimo: tanto si quieres entrar en la mejor coctelería del mundo, Paradiso, como si rezas para sentarte en una terraza de Gràcia al sol. En la ya legendaria de Ramen-ya Hiro (Girona, 164), hay quien va a echar la cervecita en la cola. “Es una fila social”, han llegado a justificar algunos acólitos. “Es una manifestación gastronómica en mitad de la calle –comparan otros-. Aquí en vez de reivindicar la paz mundial, reivindicamos que queremos ramen”.  

“Si hubiese abierto en Valencia, también hubiera ido”, dice salivando en la puerta de Smash Hiro Santi, 19 años. "Yo vengo desde Sevilla", saca pecho Joselito, también de 19. Y te enumera de carrerilla todos los coches que ha tenido Esttik. "Está emocionado", justifican sus amigos. La mayoría de clientes -tanto de 20 como de 50- habla con devoción fan. “Es una ventaja entre comillas que tengo–asiente Esttik-. Pero yo quiero que vengan por mí y luego vuelvan por el producto”. 

Esttik prepara una hamburguesa. Laura Guerrero

Lo mismo te encuentras al youtuber preparando hamburguesas que haciéndose fotos con clientes, incluso ha llegado a plasmar autógrafos en las cajas de las burgers. “Ahora estoy intentando despegarme más de la cocina para conversar con la gente”. 

Ibet ha venido desde Tarragona. Jairo y Laura, de Huelva. Marina e Iván repiten, y eso que la primera vez esperaron una hora de cola. Que sí, que merece la pena, dicen con insistencia de adictos ante tu cara de incredulidad. Y te recomiendan que dejes hueco para las tartas de queso. Están buenas, sí, les darás la razón. Son de La Fundente, te chiva Esttik.

Tras media hora de cola, abres la caja de la hamburguesa como si fuera papel de regalo. Es como comer en 'Gran hermano': los que esperan fuera te miran dar bocados por la cristalera. Comes y grabas a partes iguales. Está rica, sí, y contundente. Tomas una para comer y casi no cenas. “Lo mismo –te sonríe Esttik con mirada lastimera- el reto te quedará un poco grande”.  

Los clientes comen ante la cola perenne de la cristalera. Laura Guerrero

“Es el segundo youtuber que venimos a ver”, cuentan al lado dos cuarenteañeros, Óscar e Inma, ya apurando sus 'smash burgers'. Hay otro chef viral en Sants: “El señor de las pizzas”, lo llaman. El pizzero más famoso de Youtube: Pino Prestanizzi tiene más de 1 millón de seguidores. Se le puede pillar con las manos en la masa en La Briciola (Olzinelles,19). Esttik también ha ido, claro: se comió 8 pizzas en 35 minutos. Y pidió de postre un tiramisú.

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