En el mundo existen tantas intolerancias y alergias como personas, por eso mismo, es necesario conocer cuáles son los límites alimenticios de nuestros familiares y amigos para incluirlos en encuentros o reuniones que conlleven comer o cenar.

Hay maneras muy fáciles y rápidas de preparar platos y postres sin gluten, como es el caso de esta tarta de chocolate sin gluten, perfecta para cumpleaños, fiestas, navidades o celebraciones. También es una buena opción para solucionar el postre en cualquier fiesta veraniega, ya que está hecha con una fresca mousse.

Ingredientes

  • Molde de entre 20 o 23 centímetros
  • 200 g galletas tipo digestive sin gluten
  • 100 g de chocolate negro de repostería
  • 100 g de mantequilla.
  • 500 g de yogur griego (4 yogures)
  • 200 ml de nata para montar
  • 200 g de chocolate negro o con leche fondant
  • 20 g de gelatina neutra (2 sobres de 10 g cada uno o 12 hojas de gelatina)
  • 130 g de azúcar
  • 2 claras de huevo
  • Un poco de sal
  • 50 ml de leche
  • 50 ml (1 copita) de Baileys o crema de orujo (opcional)
  • 100 g de chocolate fondant negro
  • 50 g de mantequilla
  • 200 g de frambuesas para decorar (opcional)

Elaboración

Primero preparamos la base. Trituramos las galletas con un rodillo o una picadora, aunque no hace falta que se queden muy hechas polvo. Derretimos al baño, maría la mantequilla con el chocolate y, cuando estén derretidos, mezclamos con las galletas en polvo. La masa la aplastamos en la base del molde y la distribuimos con una espátula hasta cubrir toda la base y guardamos en la nevera.

Para la mousse, partimos el chocolate y lo derretimos al baño maría. Batimos el yogur griego con un tercio del azúcar y añadimos la copa de licor y el chocolate derretido poco a poco y sin dejar de batir. Lo reservamos. Montamos la nata muy fría y, cuando esté a medio montar, añadimos la mitad del azúcar en forma de lluvia y sin dejar de batir hasta que la nata forme picos suaves.

Añadimos la nata a la mezcla de yogur y chocolate con cuidado y movimientos envolventes. Y lo dejamos a temperatura ambiente, si hace mucho calor mejor en la nevera. Montamos las claras, que deben estar a temperatura ambiente, en un bol y con unas varillas limpias y libres de cualquier grasa. Les agregamos una pizca de sal para montarlas mejor, cuando esté casi a punto de nieve, añadimos el cuarto de azúcar que quedaba poco a poco hasta lograr que las claras formen picos y tengan consistencia. La reservamos.

Con la gelatina en polvo le añadimos la leche caliente y removemos para que se mezclen. Dejamos que se enfríe y añadimos a la mezcla de yogur, chocolate y nata. Esto es muy importante porque, si está caliente la gelatina, al mezclar con la nata, esta se puede cortar, y si la nata está muy fría, puede cuajar la gelatina de golpe. Hay que lograr una temperatura similar en las dos mezclas antes de juntarlas. Agregamos las claras poco a poco y con movimientos envolventes para que estas no se bajen.

Echamos la mousse encima de la base de galletas y alisamos la superficie con una espátula. Cubrimos la tarta con papel film y la dejamos en el frigorífico hasta el día siguiente.

Para la cobertura fundimos al baño maría el chocolate. Cuando esté derretido lo retiramos del fuego y agregamos la mantequilla que se derretirá con el calor. Dejamos enfriar y, cuando esté fría, la añadimos a la tarta que sacaremos de la nevera, procurando echar la cobertura por el centro y sin desmoldar la tarta en ningún momento. Volvemos a meter la tarta en el frigorífico mínimo una hora y decoramos con frambuesas por encima si queremos.