Su sabor único, su textura, el lugar donde se elabora, el propósito que alberga la marca que lo comercializa, y la sostenibilidad que impregna todo su proceso de producción, hacen de él, el yogur más singular del mundo. Elaborado con leche fresca, sin conservantes, ni colorantes, es conocido en Catalunya como el auténtico yogur de granja y anualmente satisface el paladar de más de dos millones y medio de personas. La fórmula que le ha permitido alcanzar este relevante dato es tan sencilla como su lista de ingredientes: las mejores materias primas con leche procedente de las propias granjas, un proceso industrial pegado físicamente a las vacas productoras y un exhaustivo control de calidad. Y de esa fórmula surge un yogur sabroso, cremoso, con su punto justo de acidez y sin aditivos. Placer y salud.

Este lácteo es tan natural como el paraje donde se fabrica, en un bosque de hayas, conocido con el nombre de La Fageda d’en Jordà, de enorme belleza y situado en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, en Girona. Tan grande es el encanto y atractivo de este bucólico lugar que atrae cada año a decenas de miles de visitantes. 

La Fageda cuenta con 400 trabajadores, la mayoría en riesgo de exclusión.

La imagen de los yogures de La Fageda en los murales de las tiendas, una vaca en el logotipo y su packaging con un “vestido” de manteles a cuadros blancos y azules, evoca la esencia misma del alimento: la naturalidad, el campo, lo perdurable, lo bueno y lo sano. Y es que el “auténtico yogur de granja” de La Fageda se elabora al lado de la granja de vacas frisonas que proporcionan leche de altísima calidad, vacas que, como exigen las prácticas de bienestar animal, viven en absoluta armonía con su entorno. Esa leche, que ha merecido diversos reconocimientos por sus propiedades, es la materia prima de diversas variedades de yogures (naturales, de sabores, desnatados, sin lactosa) y también de postres, como el flam de vainilla, el más vendido de Catalunya.

Esas referencias se pueden encontrar en distintas cadenas establecidas en las Islas Baleares, Eroski, el Corte Inglés, GM Foods, Supercor, ALDI, DIA, Agromart, Coaliment, Carrefour y en Binipreu (Menorca). También se pueden disfrutar en la carta de los restaurantes de Esment, histórica entidad homóloga a La Fageda.

Una marca con propósito

La Fageda es una organización que no se define como una empresa, sino como un proyecto social. Por su carácter sin ánimo de lucro reinvierte todos sus beneficios en el proyecto. ¿Por qué lo hace? ¿Cuál es su misión? La Fageda Fundació, que en 2022 cumplirá cuarenta años, nació con un propósito muy claro que sigue vigente: dignificar la vida de personas de colectivos vulnerables, y hacerlo concibiendo el trabajo como una herramienta rehabilitadora y terapéutica. 

Sus inicios se remontan en un hospital psiquiátrico cuando el psicólogo fundador del proyecto sintió la necesidad de sacar catorce personas de aquellas paredes para crear algo que evitara volver allí. Aquella quimera que nació con apenas quince personas, es hoy una organización con 400, la mayoría en riesgo de exclusión.

La Fageda ha sido capaz de llevar adelante actividades empresariales con éxito para convertirlas en el medio que sustenta su proyecto social. Nada raro pues, que la sostenibilidad social de su ADN impregne el resto de sus políticas laborales, sociales, medioambientales y económicas. Y su producto estrella, el yogur, es tan singular como el nombre del psicólogo fundador, Cristóbal Colón.

Vacas que escuchan a Bach

El respeto y el cuidado a las vacas es, para La Fageda, un valor irrenunciable. En la granja cada una de ellas cuenta con más de 12 metros cuadrados de espacio. Se alojan en establos cubiertos, ventilados y con luz natural. Disponen de cepillos para rascarse y limpiarse y, diariamente, se les cambia la paja. En días de mucho calor, ventiladores y rociadores de agua son su alivio. Dependiendo del momento de su ciclo vital, se las ve pastar y su comida, basada en forrajes naturales, se prepara un momento antes de dársela. El agua que beben se encuentra siempre entre los 13 y 17 grados de temperatura y desde hace más de diez años en la granja de La Fageda suena música clásica, sinfonías de Bach sobre todo. ¿La música hace que den más leche? No, pero contribuye mucho a su felicidad y bienestar.