Apunten los nombres de Toni Adrover y Jordi Perelló. Estos dos jovenzuelos ávidos en los fogones y en los dulces regentan un restaurante que seguro que tendrá éxito. Lo pienso por su buen hacer en la cocina y por presentar una serie de platos deliciosos.

Empecemos por sus sabrosas croquetas de pollo y de bacalao caseras 100% (un pecado), las burballes (plato caldoso típico de Mallorca a base de unos fideos planos) procedentes de la única fábrica que queda en Mallorca: Bendinat (también de Porreres). La lista de recomendaciones continua: gambas rebozadas, entrecot con salsa de paté, arròs de peix, lubina la plancha o un amplio surtido en pizzas de las que os recomiendo la de pebres torrats (pimientos, tomate, queso, berenjenas, ajo y cebolla).

El local es un antiguo teatro inaugurado en 1933, durante la segunda república. Lo han dejado precioso después de una profunda reforma en la que han instalado mobiliario nuevo y calefacción radiante. Conservan el escenario en el que organizan eventos como música en directo, ballades o shows.

Olvidaba la parte dulce. Os hablaré de dos postres: el franxipan, una creación de Jordi Perelló a base de almendra, ensaïmada y manzanaque hace referencia a la crema francesa frangipane; y el pastís de formatge amb figues.

Precio medio a la carta: 10-18 euros.

cuina mallorquina

Dirección: Avinguda del bisbe Campins, 13. Porreres. Teléfono: 971 59 49 18.

Horario: Miércoles cerrado.