Si Jamie Lee Curtis es conocida como la reina del grito (luce la corona desde su primera película, 'La noche de Halloween', de 1978), Elizabeth Olsen debería de ostentar a partir de ahora el epíteto de 'la nueva reina del suspense'. Su papel protagónico en la serie 'Love & Death', que estas semanas emite HBO Max, la ha revelado como una gran actriz de drama con inmenso talento para interpretar a una mujer inquietante y poliédrica, muy del estilo de aquellas rubias elegantes, un tanto frías y de aspecto distante, pero con una gran pasión interior, que tanto obsesionaban al maestro del 'thriller' psicológico Alfred Hitchcock.
El británico hubiera aplaudido con las orejas viéndola hacer de esa madre perfecta que frecuenta un club cristiano, que canta en el coro de la iglesia, que atiende a los niños y soporta a un marido que solo tiene ojos para la tele. Una mujer con una vida tan aburrida y conservadora de la que solo puede escapar teniendo una aventura con un vecino de su misma urbanización. Es la historia real de Candy Montgomery, una mujer de Texas que en 1980, tras ser abandonada por su amante, asesinó de 41 hachazos a la esposa de este. La ficción narra el brutal caso y el polémico juicio que le siguió. Y no haremos más 'spoilers'.
Aunque Jesse Plemons ('Fargo' o 'El poder del perro'), en la piel de Allan Gore (el amante), está, como siempre, magnífico, quien se lleva la palma es Olsen, la hermana pequeña de las famosas gemelas Mary-Kate y Ashley, a las que ha superado sobradamente en materia interpretativa.
Nació en Sherman Oaks, California, el 16 de febrero de 1989. Para entonces sus hermanas, solo tres años más mayores, ya amasaban un imperio. Estrellas de la tele desde los nueve meses, pues las dos interpretaban al alimón al personaje de Michelle Tanner en la comedia 'Padres forzosos' (de 1987 a 1995), se pasaron su infancia y adolescencia de plató en plató. A principios de los 90 ya tenían su propia empresa, Dualstar, encargada de una larga serie de películas para la televisión.
A principios de los 2000, las gemelas borrachas de fama cayeron en la anorexia y en 2006 anunciaron que cambiaban la actuación por la moda. Más allá del fenómeno 'celebrity' que se mete a diseñadora, las gemelas Olsen han logrado posicionar a su empresa, The Row, como una de las llamadas "marcas de lujo silencioso minimalista preferida por la gente de la alta sociedad que no necesita logos para ser reconocida".
Carrera temprana
De todos los hermanos que tienen las Olsen -uno mayor llamado Trent y dos más jóvenes medio hermanos, Taylor y Jake, del segundo matrimonio de su padre-, solo Elizabeth siguió sus pasos en la actuación. Desde los 4 años apareció en seis de las películas de Mary-Kate y Ashley, pero enseguida decidió no seguir por la misma senda que sus hermanas. "Empecé a ir a los 'casting' a los 8 años, pero pronto comprendí que no quería sacrificar a mis amigas y mis clases de ballet, así que decidí esperar".
Quería marcar su propio camino, triunfar por sus propios méritos, no por ser la 'hermana de'. Así que pensó incluso en borrarse el apellido: "Siempre pensaba, voy a ser Elizabeth Chase [el de su madre] cuando me convierta en actriz. Supongo que entendí lo que era el nepotismo de manera intrínseca con 10 años".
Estudió teatro en Moscú
Elizabeth se parece bastante a sus hermanas, la misma nariz y ojos verdes redondos, pero ella es más alta -mide 1,68- y su índice de masa corporal está dentro de la normalidad. Además, tiene estudios, tras terminar la escuela secundaria, se graduó en la Universidad de Nueva York y pasó un semestre estudiando en Rusia, en la Escuela de Teatro de Arte de Moscú. "Los paparazis no acosan a los actores teatrales", pensó.
Bruja Escarlata
La preparación valió la pena, porque su vuelta a la industria, en 2011, fue muy aplaudida. Su interpretación en la cinta de suspense 'Martha Marcy May Marlene' le valió una nominación a los Critics Choice Movie Award y al Independent Spirit. Por aquel entonces se presentó al 'casting' para el papel de Daenerys Targaryen en 'Juego de Tronos', pero es más que sabido que no lo consiguió.
Después llegaron la cinta de terror psicológico 'Silent House' y 'Godzilla', en 2014. Pero el reconocimiento internacional lo obtuvo como la Bruja Escarlata/Wanda Maximoff en la saga de Los Vengadores, del Universo Marvel. Y el estrellato definitivo, en 2021, con la serie de Disney+ 'WandaVision', por la que la nominaron a los Emmy y los Globos de Oro.
Poco antes de eso y de la pandemia, Elizabeth Olsen huyó de nuevo de los focos para casarse en secreto con el músico Robbie Arnett, de la banda estadounidense Milo Greene, con el que había empezado a salir en 2016.
