Pese a que hace unos años el movimiento #MeToo consiguiera romper algunos techos de cristal para las mujeres en Hollywood, la igualdad en la industria cinematográfica aún está muy lejos de ser alcanzada. Tanto delante como detrás de la pantalla, los hombres suelen tener mucho más fácil acceder a determinados puestos y, sobre todo, a determinados estatus salariales. Así lo ha denunciado Jennifer Lawrence, que a pesar de ser una de las actrices mejor pagadas, asegura que cobra menos que sus compañeros masculinos "solo por tener vagina".

En una entrevista para Vogue, la oscarizada intérprete, protagonista de El lado bueno de las cosas o populares sagas como X-Men o Los juegos del hambre, que en más de una ocasión ha sido adalid de la causa feminista en el sector, dejó clara su frustración por percibir salarios más bajos que sus compañeros hombres en roles similares.

"No importa lo que haga, nunca me pagarán tanto como a un hombre. ¿Y todo por mi vagina?", critica con dureza Lawrence. En concreto, uno de los ejemplos más sonados de esta desigualdad en su carrera ocurrió con su último gran éxito, No mires arriba. En la cinta de Adam McKay para Neflix, la actriz compartía protagonismo con Leonardo DiCaprio. Sin embargo, él recibió un salario de 30 millones de dólares mientras que el de Lawrence se quedó en 25 millones.

En su momento, ella misma aseguró entenderlo y estar contenta con la situación: "Leo genera más taquilla que yo. Soy extremadamente afortunada y feliz con mi contrato", afirmó durante la promoción del filme. Eso sí, a continuación matizó que "en otras situaciones, lo que he visto -y estoy segura de que otras mujeres en el ámbito laboral también lo han visto- es que es extremadamente incómodo preguntar sobre la igualdad salarial. Si cuestionas algo que te parece desigual, te dicen que no es disparidad de género, pero luego no saben decirte qué es exactamente".

Ahora, en el mencionado reportaje de Vogue, recupera esa misma línea de pensamiento para poner en evidencia una situación tan real como inmerecida. En el artículo se recoge que, pese a estar feliz por el salario percibido y ser consciente de lo desorbitado de los sueldos de actores y actrices en Hollywood, siente la frustración de estar siempre por detrás sencillamente por ser mujer. Y es que No mires arriba no fue la primera vez que ocurrió algo así en la filmografía de Lawrence.

En el año 2013 protagonizó La gran estafa americana y un hackeo en los sistemas de Sony reveló que su sueldo, de nuevo, fue inferior al de sus compañeros masculinos, Christian Bale o Bradley Cooper entre otros. Lawrence venía de ganar el Oscar el año anterior y por esta película volvió a ser nominada, pero la brecha salarial persistió.