Francisco Fellove se movía de maravilla sobre el escenario, y tenía un estilo vocal único que, a través de canciones como 'El Jamaiquino', lo convirtió en pionero del 'scat' -una forma de improvisación en la que se cantan sílabas al azar- en español; también se le considera uno de los fundadores de un tipo de bolero cubano llamado 'filin'. Escribió su canción más famosa, 'Mango Mangué', a los 17 años, que posteriormente versionarían Celia Cruz y Johnny Pacheco entre otros artistas, y durante los años 60 y 70 alcanzó cierto éxito en México, adonde había emigrado en 1955 huyendo de una Cuba en la que los hombres negros eran marginados. Realizó numerosas giras por Sudamérica, y actuó en Estados Unidos con orquestas dirigidas por Tito Puente y Machito; y, a partir de entonces, cayó en el olvido para siempre. O tal vez no. Quizá el documental 'El gran Fellove', la segunda película que dirige el actor Matt Dillon -en el 2002 estrenó la primera, el drama ambientado en Camboya 'La ciudad de los fantasmas'-, sirva para situar su figura en la posición que, dicen los expertos, sin duda merece.

Dillon es un apasionado de los música latina, y a lo largo de los años ha ido alimentando una colección de vinilos que se cuenta entre las más grandes del mundo en ese estilo. "No sé explicar qué me seduce tanto del sonido afrocubano, es una atracción casi animal", ha explicado este martes en el Festival de San Sebastián, donde ha presentado la película fuera de competición. Descubrió la música de Fellove durante una de sus visitas a La Habana a mediados de los 90, y posteriormente introdujo a su amigo Joey Altruda en el sonido del cubano. Altruda, también músico y productor, decidió localizar al cantante perdido y lo encontró en Ciudad de México en 1999. Aún en buena forma a los 77 años, Fellove aceptó la propuesta de grabar un disco; Dillon, por su parte, aceptó la de filmar con una cámara digital el proceso. "En realidad, nunca pensé que el material serviría como base para completar un documental", afirma el actor, que ya visitó San Sebastián en el 2006 para recibir el Premio Donostia. "No sabía muy bien qué hacer con el material, así que permaneció en un cajón durante muchos años, pero mi interés en aquel genio no disminuyó". Tras un encuentro con el productor Carlos Sosa, decidió viajar a Cuba y a México para entrevistarse con muchos de los contemporáneos de Fellove para entender cuánto influyó en la escena musical de ambos países.

Décadas sin grabar

Las imágenes que Dillon filmó en 1999 componen la columna vertebral de 'The Great Fellove'. Por aquel entonces, el cantante llevaba dos décadas sin grabar, y acogió la posibilidad de volver a un estudio acompañado de una banda de músicos jóvenes con entusiasmo. "Cada vez que entraba por la puerta era todo exuberancia y alegría", recuerda el protagonista de títulos como 'La ley de la calle' (1983) y 'Drugstore Cowboy' (1989). "No tenía ni la más remota idea de quién era yo, al principio pensó que me encargaba de desenredar los cables. Cuando descubrió la verdad sobre mí, empezó a crearse expectativas, y a pensar que aquel disco iba a relanzar su carrera. Después de todo, por aquel entonces estaba teniendo lugar el 'revival' de Buena Vista Social Club, y él era amigo de sus miembros". Dillon no volvería a ver a su ídolo hasta el 2013, tan solo un par de días antes de que muriera.

Por supuesto, la película asimismo incluye imágenes de archivo que documentan los primeros años del músico en México y lo descubren como un 'showman' volcánico, capaz de 'scatear' como si su boca fuera una ametralladora al tiempo que demuestra un elegante juego de pies; también fragmentos de una aparición televisiva que protagonizó cuando regresó a Cuba en 1979 por tres meses, testimonios audiovisuales de algunos momentos clave de la historia de la isla y viejas imágenes de otros artistas de su generación. "Es importante recordar también a otros músicos cubanos que se vieron obligados a emigrar para huir de la discriminación racial", indica Dillon. "He querido que esta fuera su película del mismo modo que 'Buena Vista Social Club' (1999) es la película de los que se quedaron". Por su metraje desfilan también figuras como Alfredo 'Chocolate' Armenteros, Dandy Beltrán, Celio Gonzáles y Bobby Carcassés.

Torrente de nombres

A partir de ese material documental -en su mayoría proporcionado por la que en su día fue la representante de Fellove, además de su dentista-, el actor quiso asegurarse de que la película resultante fuera algo más que una versión audiovisual de la Wikipedia. "Para mí lo importante fue proporcionar al espectador un recorrido lleno de sentimiento. Siempre he pensado que la mejor herramienta para explicar la historia no es la información sino la emoción". Pese a sus palabras, lo cierto es que al ver 'El gran Fellove' uno desearía que el torrente de nombres, rostros y fragmentos musicales que incluye aparecieran de forma algo menos caótica y más estructurada con el fin de facilitar al espectador la tarea de absorberlos.

Como la película deja claro, la historia de Fellove tiene un final feliz. Meterse de nuevo en el estudio lo animó a retomar su carrera durante la pasada década, e incluso llevó a cabo incursiones en la música electrónica y colaboraciones con 'djs' como esa versión latina de 'Waling on the Moon', de The Police, que suena brevemente en un momento del metraje. "Mientras algunos de sus compañeros de generación vivían del pasado, él permaneció mirando al futuro", opina Dillon. "Siempre quiso hacer rap". Por lo que respecta a las canciones grabadas en 1999, finalmente verán la luz en un disco que se publicará en 2021. "Tengo la esperanza de que tanto el documental como el álbum animarán a la gente a descubrir más sobre él, y a comprender la magnitud de su aportación al mundo de la música".