Una de las especialistas que trabajó en Resident Evil: El capítulo final, filme dirigido en 2016 por Paul W.S. Anderson, ha interpuesto una demanda contra los productores de la película alegando que, durante su rodaje, un grave accidente le habría hecho perder el brazo izquierdo. Según informa USA Today, la actriz Olivia Jackson quien sustituía a Milla Jovovich en las escenas de acción de la última entrega de la saga Resident Evil, sufrió un accidente de moto durante la filmación al colisionar contra una cámara que no se retiró a tiempo. Como consecuencia del accidente que tuvo lugar durante el rodaje en Sudáfrica, los médicos tuvieron que inducirle un coma con el fin de llevar a cabo la operación para salvar su vida y que, en última instancia, concluyó con la amputación de la extremidad.

La demanda judicial interpuesta el pasado 10 de septiembre en Los Ángeles acusa a los productores Jeremy Bolt y Paul Anderson, junto a la compañía Impact Pictures, de no haber cumplido con el compromiso de hacerse cargo de los costes médicos causados por el accidente.

Según explica la demanda, la actriz tenía programado para el fatídico día aparecer en una escena de lucha que fue cambiada en el último momento por una peligrosa secuencia en moto con condiciones climatológicas adversas.

Mientras que la indemnización dada por la productora ha sido de 33.000 dólares en concepto de gastos médicos y de 992 dólares por las posibles pérdidas económicas causadas, el abogado de Jackson, Stuart Fraenkel ha declarado que la especialista aún necesita atención quirúrgica cuyo coste total se estima en torno al millón de dólares (unos 900.000 euros).

A esto cabe añadir que la actriz no ha podido volver a trabajar desde entonces.

A pesar de que los hechos tuvieron lugar en 2015, la especialista decidió no denunciar hasta ahora con la esperanza de que la productora pagara la cantidad requerida sin necesidad de que interviniera la justicia.