La oscarizada actriz de Kentucky (EE.UU.) Jennifer Lawrence asegura que la segunda parte de la saga "Los juegos del hambre", titulada "En llamas", es "un reflejo exagerado de nosotros como seres humanos y como sociedad, pero expresa cómo de alguna manera nos hemos endurecido".

"No creo que ese sea el mensaje esencial de la película", apunta la actriz en una entrevista realizada este miércoles en Madrid, adonde se ha desplazado con parte del equipo de la cinta para promocionar su estreno el próximo día 22 de noviembre, pero sí considera que es preocupante que, "cuando vemos en la tele cómo se destruye la vida de personas, para nosotros se trata de entretenimiento".

"Somos insensibles a las peores situaciones de violencia o de sexo. Queremos más y más, y los medios de comunicación nos lo dan, y encima vemos cómo parece que los gobiernos y esos mismos medios se unen y conforman una sola entidad. Me parece muy peligroso", considera.

Tras su impresionante interpretación en "Winter's Bone" (2010), con la que aterrizó en Hollywood, dos años después ganó el Óscar por la desequilibrada compañera del todavía más desequilibrado Bradley Cooper en "El lado bueno de las cosas".

Aclamada como musa del cine independiente, Lawrence participó en "X-Men: First Class", donde tiene pendiente su precuela, "X-Men: Días del futuro pasado", y aún le esperan entre 2014 y 2015 siete largometrajes y el estreno de "American Hustle", de nuevo con Cooper.

Tiene 23 años, es miss Dior y toda su vida ha cambiado desde el Óscar, tanto o más que la de Katniss Everdeen (la heróina a la que da vida en "Los juegos..."), dice con su particular sentido del humor, aunque ella no se juega tanto como el personaje, dice.

"Me identifico con Katniss; sobre todo, cuando vuelve a su casa después de los juegos, y la gente le trata como si fuera otra, pero ella no se siente distinta. Así me pasa a mí con la reacción de la gente", después de ganar su Óscar.

Explica que, como actriz, fue "muy emocionante" volver a este personaje, ya que ahora "es muy distinta: ha sobrevivido a los juegos, tiene estrés postraumático y recuerdos que le provocan pesadillas y se ve un poco desplazada".

Si en la primera parte el Gobierno mantiene el control, en esta segunda hay "esperanza", dice, y opina que es bueno que haya una heroína: "La generación actual necesita modelos de este tipo".

Ahora, en "El Capitolio", el lugar en que Suzanne Collins, la escritora de "Los juegos del hambre", ha convertido EE.UU., el presidente Snow (Donald Sutherland) se ve amenazado, porque se ha desafiado al poder, y ella se convierte en símbolo de la rebelión.

En una rueda de prensa, Josh Hutcherson (Peeta) ha explicado que el momento más tenso del rodaje fue la escena con los monos y "cuando le dan de latigazos a Gale (Liam Hemsworth)" para provocarle, a lo que éste, de 1,90 de estatura, ha respondido que "se rieron todos menos yo".

Para Hemsworth, lo peor fue cuando fueron centrifugados a gran velocidad dentro del agua. "Solo había que evitar vomitar", apunta la actriz, que se queda pasmada cuando un periodista le pregunta si no cree que en España, con la situación de crisis económica y los recortes que hay, no podría ocurrir como en Panem, la nación de "Los juegos...".

"No voy a alentar una revolución en España", zanja Lawrence, pero sí señala que "una sola voz puede ser muy poderosa" y advierte de que la gente "siempre tiene que luchar por su independencia".

En este punto, el director comenta que "la idea es transmitir qué pasa cuando hay una guerra" y hacer pensar sobre las consecuencias de una rebelión que "no se debe idealizar", aún cuando haya momentos en los que "se necesite".

Stanley Tucci, el sonriente conductor del "show", y nombres como los de Elizabeth Banks, Lennie Kravitz o Woody Harrelson completan un reparto muy colorido, animado por un espectacular vestuario y maquillaje que, en esta "En llamas", es algo más que simple decoración: "La ropa se convierte en algo muy importante para Katniss, se acerca más a su diseñador, sus vestidos son la manera de expresar su rebelión", explica a Efe.

En ese momento, la actriz decide bajarse de sus finísimos tacones y calzarse unas cómodas zapatillas de felpa para seguir con la entrevista, al tiempo que se ríe de lo mucho que cambia su atuendo en cuanto termina de trabajar de cara al público.

La película se estrena el próximo día 22, pero las otras dos partes no llegarán hasta 2014 y 2015, respectivamente