Duración: 155 min

País: Italia

Género: Evento: Ópera

Productores: Rising Alternative

Sinopsis: Acto I

Fuera de los muros del Castillo en la isla de Chipre.

Una gran multitud está esperando que vuelva de la batalla Otello el Moro, general y gobernador de Chipre en nombre de la República de Venecia. Otello llega a tierra anuncia su victoria sobre los musulmanes. Se encienden antorchas en señal de alegría. Los únicos que no se unen al regocijo son Roderigo, un gentilhombre veneciano, vanamente enamorado de la joven esposa de Otello, Desdémona, y Yago, un oficial, enfadado porque el gobernador ha designado capitán a Cassio en vez de a él. Pero Yago tiene un plan para destrozar a Otello y le dice a su amigo que si sigue sus consejos, Desdémona será suya. Los chipriotas y los soldados continúan sus celebraciones; Yago insta a Cassio a brindar sabiendo que pronto se emborrachará. Cuando ve que ha bebido mucho, anima a Roderigo a insultar a Cassio. Llega Montano y le dice a Cassio que le toca montar la guardia; mientras Cassio se va tambaleando, Roderigo se burla de él y los dos empiezan a pelear. Montano intenta separarlos y es herido por Cassio. Yago convence a Roderigo de ir al puerto para provocar una revuelta: la pelea se extiende y las campanas comienzan a sonar. Otello deja sus aposentos y ordena a todos que depongan las armas. Al ver que Montano está herido, y que Desdémona está trastornada por el tumulto, se enfada y degrada a Cassio y envía a Yago a restablecer la calma. Una vez solos, Otello y Desdémona recuerdan los dulces momentos de su primer encuentro y se dirigen al castillo.

Acto II

Una habitación en el Castillo.

Yago le asegura a Cassio que pronto ganará si logra convencer a Desdémona de que interceda en su nombre. Más tarde, habiéndolo invitado a esperarla en el jardín, declara su "credo": cree en un Dios cruel y en la naturaleza maligna del hombre cuyo destino final es simplemente disolverse en la nada. Aparece Otello. Jago finge no darse cuenta y se deja sorprender por sus meditaciones, mirando el jardín y haciendo comentarios alusivos con tono misterioso, y comienza a infundir sospechas en Otello, que ha visto a Desdémona hablando con Cassio. Los celos del moro avivan aún más, y Yago le sugiere estar pendiente de lo que sucede entre su esposa y el joven. Llega Desdémona rodeada de mujeres y niños chipriotas cantando sus alabanzas; Otello se conmueve y por el momento sus celos se esfuman, pero cuando ella interviene a favor de Cassio, él responde bruscamente y retrasa cualquier decisión, con la excusa de que le duele la cabeza. Desdémona intenta ponerle en la frente el mismo pañuelo que él le había dado como promesa de su amor, pero Otello lo rechaza. Emilia, la esposa de Yago, lo recoge y Yago no le permite devolvérselo a su dueña pues se propone dejarlo en casa de Cassio para aumentar los celos de Otello. En efecto este, viendo derrumbarse sus sueños de amor y gloria, se lanza violentamente sobre Yago, ordenándole que presente una prueba definitiva de la infidelidad de Desdémona. Yago mintiendo le dice haber escuchado a Cassio pidiéndole en sueños a Desdémona que escondan su amor, y le asegura que ha visto el pañuelo en manos de Cassio. Convencido de la culpabilidad de Desdémona, Otello jura venganza, y Yago también.

Acto III

El gran salón del Castillo.

Un heraldo anuncia a Otello la llegada de los embajadores de Venecia. Yago le cuenta su plan: él hará que Cassio revele su amor a Desdémona. Cuando ve llegar a Desdémona, incita a Otello a pedirle el pañuelo. Finge nuevamente tener un dolor de cabeza y pide a Desdémona que le coloque un pañuelo en la frente, pero esta confiesa que no lo tiene el pañuelo. El moro insiste: ese pañuelo tiene poderes misteriosos; perderlo o regalarlo podría traerle una terrible desgracia. Desdémona piensa que su marido se burla de ella para aplazar el perdón de Cassio y, de nuevo, ella le ruega a Otello que lo perdone. Otello la acusa entonces de traicionarlo y, ante sus protestas indignadas, la ofende brutalmente, obligándola a irse. Luego da rienda suelta a toda su amargura. Aparecen Cassio y Yago; Yago astutamente hace que Cassio hablar de su amor por Bianca de tal manera que Otello solo puede escuchar las palabras que se refieren a su esposa; finalmente le pide a Cassio que enseñe el pañuelo que ha encontrado en su casa para que Otello se convenza de la culpabilidad de Desdémona. Decide entonces matarla y convertir a Yago en capitán, quien se ofrece a matar a Cassio. Otello ya no puede dominar sus sentimientos. Delante de todos lee el mensaje del Dux que le pide ir a Venecia y nombra a Cassio como su sucesor. Luego pierde el control, arroja a Desdémona al suelo, abusando de ella frente a los embajadores horrorizados por su comportamiento. Otello se desmaya. Yago obliga a Roderigo a matar Cassio mientras se burla de Otello.

Acto IV

La habitación de Desdémona.

Desdémona espera a Otello presintiendo los acontecimientos. Otello entra y nuevamente la acusa. En vano, Desdémona defiende su inocencia, pero Otello, indiferente, la mata. Emilia, oye los lamentos y entra corriendo, descubre al asesino y delante de todos desenmascara las intrigas de Otello. Su relato es confirmado por Cassio, quien ha escapado. La emboscada de Roderigo, y de Montano, que ha escuchado la confesión hecha mientras agoniza. Mientras todos se lanzan sobre Yago, que intenta huir, Otello se apuñala con una daga y muere, besando la inocente Desdémona por última vez.

EQUIPO CREATIVO

Director musical - Zubin Mehta

Director - Valerio Binasco

Sets - Guido Fiorato

Costumes - Gianluca Falaschi

Lights - Pasquale Mari

Coro delle voci bianche y Orchestra del Maggio Musicale Fiorentino

EQUIPO ARTÍSTICO

Otello - Fabio Sartori

Desdémona - Marina Rebeka

Yago - Luca Salsi

Cassio - Riccardo Della Sciucca

Roderigo - Francesco Pittari

Lodovico - Alessio Cacciamani

Montano - Francesco Milanese

Un heraldo - Francesco Samuele Venuti

Emilia - Caterina Piva