Quizás piensas que eres una buena persona... ¡Y probablemente lo eres!, pero seguramente en alguna ocasión has tenido pensamientos que no son de buena persona, aunque solo sea por un segundo.

Seguramente has visto a alguien tropezar por la calle y se te ha escapado una risilla. Eso, amigo mío, es de ser mala persona.

Cuando mueras, te procesarán en un juicio en el que se decidirá si entras en el cielo o bajas al infierno. No tendrás abogado, así que tendrás que defenderte tú mismo de todo los errores que has cometido.

Para Juan Amodeo ese día ha llegado... ¡Ven y se testigo de su sentencia!