Pedro Pablo Rubens (1577-1640) es una figura gigantesca, que invita a la hipérbole. Autor de una abundante producción, fue el pintor de mayor éxito de su tiempo en Europa. Aunque trabajó fundamentalmente en Amberes, residió durante un largo periodo en Italia y recibió encargos de las cortes de España, Francia e Inglaterra, así como de otros príncipes y personas destacadas. Estas cualidades le llevaron a trabajar también como diplomático al servicio de la monarquía española. Su correspondencia demuestra que se planteó esta labor como una búsqueda de la paz para Europa. Como pintor, su principal ambición era recrear la grandeza de la Antigüedad, que consideraba una edad dorada del pasado. Su arte se inspira en la escultura griega y romana y en la pintura del alto Renacimiento, a la que dio continuidad.
A partir de esos referentes, la pintura de Rubens nos transmite una imagen exaltada de la vida y del mundo, plena de sentimiento. Este curso se ha diseñado con la intención de ofrecer una mirada panorámica que haga justicia a este artista.
SESIONES DEL CURSO
16 octubre: La grandeza de Rubens. Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte hasta 1700, Museo del Prado.