Mallorca es conocida por sus maravillosas playas. Además de tener localizaciones espectaculares para fotografiar o simplemente para disfrutar de la calidad del mar y de las calas, la isla también cuenta con grandes arenales para acudir con los más pequeños de la familia.

Los requisitos que tienen que cumplir estas playas, tal como recomiendan desde Turisme Petit son: tener poca profundidad, para que los niños se puedan bañar sin correr peligro; tener sombra, para que al salir del agua se puedan resguardar del sol; tener arena, para que puedan caminar tranquilamente, sin hacerse daño en los pies, ni sufrir un peligroso resbalón en rocas húmedas; y tener servicio de socorro, ya que, aunque nunca se debe perder de vista a los más pequeños, es imprescindible su presencia. A las familias también les facilitará la vida que el acceso a la zona de baño sea sencilla, con aparcamiento cercano.

Playa de Alcúdia

Se trata de un inmenso arenal de varios kilómetros de largo y de fina arena blanca, que entronca directamente con la también extensa playa de Muro. Además de cumplir con todos los requisitos anteriormente mencionados, también se encuentra en zona urbana, por lo que será muy sencillo elegir un sitio para ir a comer o a merendar, o elegir un algún plan familiar al terminar la jornada de playa. Por otra parte, su gran extensión la convierte en la elección ideal para jugar a las palas o con el balón sin molestar a los demás bañistas.

Illetes

Para aquellas familias que no quieran alejarse mucho de Palma, existe Illetes y Cala Comtesa, dos playas de arena, prácticamente juntas, que pertenecen al municipio de Calvià. Tienen arena, socorrista, mucha sombra y chiringuito, además de un sencillo acceso por escaleras. El mayor contra de esta playa es su masificación y falta de aparcamiento los fines de semana de julio y agosto, aunque si se elige un día de la semana para disfrutarla, esto no debería de ser un problema. Otra solución es coger el autobús en Palma, que te llevará directamente a la playa.

Sa Rápita

Este extenso arenal se encuentra a unos 30 minutos en coche de Palma y, aunque no tiene sombra natural, es posible alquilar sombrillas y hamacas, si se desea. Tiene también un aparcamiento muy próximo, de pago, eso sí, y acceso a la playa, ideal si tienes que llevar un carrito. Cuenta con aseos y duchas, algo que agradecerás a la hora de abandonar la playa, para no dejar toda la arena en el coche. Además, cuenta con un chiringuito. Por último, cabe decir que no es demasiado profunda, lo que permitirá a los más pequeños poder jugar en la orilla.

Cala Torta

Está en Artà y a pesar de estar lejos de cualquier núcleo urbano, es adecuada para ir con niños. Si el mar está tranquilo, es necesario andar un poco para que el agua nos llegue a cubrir. Es de arena, y además muy ancha por lo que, aunque haya mucha gente, los más pequeños tendrán algún sitio en el que jugar sin tirar arena a otras personas. Además, hay un chiringuito en el que comer, o comprar algún tentempié o bebida, y servicios de socorrismo. El mayor contra es la ausencia de sombra, por lo que llevar sombrilla de casa es imprescindible

Playa de Camp de Mar

Está en Andratx y su seña de identidad es un pequeño islote, al que se accede mediante una pasarela, en el que hay un restaurante. Tiene un práctico servicio de hamacas y sombrillas, y una amplitud considerable, suficiente para que los niños puedan jugar un poco, o sentarse tranquilamente en la toalla. No hay demasiada sombra por lo que es imprescindible que, si no se alquila el servicio, se lleve la sombrilla de casa.

Si conoces alguna otra playa de Mallorca ideal para ir con los más pequeños de la casa, puedes decirlo en la zona de comentarios.