Mientras todos los surferos de Europa se dejan la piel en las frías aguas atlánticas o la cartera para hacerse con el traje más grueso del mercado que les permita entrar en el mar y no abandonar su deporte favorito durante meses, en Tenerife se disfruta de una temperatura media del agua de 23º en otoño e invierno y las mejores olas del año tanto en el norte (Punta del Hidalgo, El Socorro o Garachico) como en el Sur, con Playa de Las Américas como gran referente.

Olas de izquierda, de derecha y los mejores tubos sorprenden de octubre a febrero a surfistas de toda Europa que no sólo buscan olas que surfear en bañador, sino también disfrutar de un entorno asequible, seguro, de una belleza singular y con todas las comodidades y planes para toda la familia. Su cercanía, además, permite viajar para sólo un fin de semana o trasladarse una temporada, ahora que muchas empresas autorizan el teletrabajo mientras no se salga de territorio nacional, y los precios reducidos se convierten en un atractivo para jóvenes y no tan jóvenes que buscan un cambio de aires o simplemente unos días de desconexión. 

Los surfistas locales Nacho Sebastiá y Paolo Giorgi grabando el documental Surfer's Guide to Las Américas.

Hasta la mayor de las islas canarias se desplazan cada año algunos de los mejores profesionales del mundo, que vienen a entrenar pero también a participar en la Spring Surfest Las Américas Pro, una competición que recibe a más de 300 surfistas internacionales del 25 de noviembre al 8 de diciembre y que, por segundo año consecutivo, devolverá la reconocida ola de Las Américas al epicentro del surf europeo. Este evento une a lo largo de 15 días actividades en torno al deporte, la cultura y la protección del medioambiente en torno a las pruebas nacionales e internacionales de la Liga Iberdrola, la Liga Fesurfin, el Euromaster y el Eurokids, que permite a los surfistas más jóvenes pelear por un título europeo surfeando la mítica y potente izquierda de Las Palmeras, que ofrece numerosos picos que garantizan condiciones óptimas para competir. 

Dónde alojarse: El Hotel Bitácora ofrece todo lo necesario para los amantes del surf. Está a 2 minutos andando de la ola de Las Palmeras (los más pro van hasta descalzos) y en pleno corazón de Playa de Las Américas; se reabrió el verano pasado tras una reforma estructural y de concepto bajo la idea creativa del director de arte Lauro Samblás, que llenó las instalaciones de geometría y color pero también incorporó un vestuario para surfistas que les permite no sólo aclarar todo el equipo en amplias duchas sino también guardar el material en taquillas bajo llave referenciadas a cada habitación. El Bitácora es además un paraíso para familias porque permite a los niños disfrutar de actividades con toboganes de agua, parques de bolas o tirolina bajo supervisión de monitores, a los adolescentes de una sala con billares, videojuegos y DJ y a los adultos en sus múltiples bares y su azotea Up!, sólo apta para mayores de 18 años. 

Vista aérea del Hotel Bitácora KIKE HERZOG

Dónde comer: Los guachinches, bodegones y cofradías de pescadores son la opción más singular de la isla. Ofrecen cocina auténtica y precios muy ajustados, pero los más sibaritas podrán también optar por opciones sofisticadas con chefs talentosos como El Rincón de Juan Carlos o El Taller de Seve Díaz, este último en el norte de la isla. 

Camarones, lapas y papas con vino blanco en La Cofradía de Pescadores de Tajao. Turismo de Tenerife

Un plan redondo: Lo tenemos el 25 de noviembre a partir de las 6 de la tarde en la Surf Zone del Springfest. Un espacio efímero en pleno paseo marítimo que será el punto de encuentro de los participantes del campeonato de surf, patrocinadores y curiosos, ofrecerá conciertos y DJ, con vistas inmejorables del atardecer con la isla de La Gomera de fondo. Surf, música y sunset en chanclas, ¿qué más podemos pedir a una tarde de noviembre?