Amanecía un nuevo día en el reino de las tres coronas cuando los conquistadores recibieron una carta informándoles del nuevo evento que tendría lugar en el reino, las ´olimpiadas palaciegas´. Todos los chicos se lo tomaron muy en serio. Era una oportunidad perfecta de venganza y superación.

Sin embargo, no todos parecían tener claro en qué consistían las pruebas. "Parece ser que va a haber unas olimpiadas ´a ciegas´ en plan? me imagino que será cogerse un ´cogorzón´ y ponerse a hacer ejercicio. No sé, pero estoy preparado para ganar", aseguraba David.

Los juegos olímpicos del amor tuvieron como maestras de ceremonias a las tres princesas, acompañadas eso sí, de los dos asesores del amor. Los pretendientes se dedicaron en cuerpo y alma a impresionar sus chicas en unas pruebas en las que demostraron sus habilidades y torpezas.

"Habéis demostrado que queréis competir por las princesas, queda claro que al final siempre triunfa el amor y los ganadores seréis los tres equipos", anunciaba la tía Chari, asesora de la princesa Marta. La felicidad parecía inundar los rostros de los chicos.

Pero la felicidad en el reino del amor no es eterna y se ha roto cuando Luján Argüelles le comunicaba a Marta que Ramiro tenía que abandonar la aventura. "Cometí un error al principio a no elegirte y ahora me tocará asumirlo", decía Marta, que se quedaba sin palabras. "No tiene sentido ¿cuál es el fundamento del deseo?", se preguntaba él. Ya fuera, princesa y conquistador se decían adiós en una despedida emotiva y amarga.