Si algo ha traído consigo la tecnología en los últimos tiempos es la fiebre por una vida más saludable y por el deporte. Nunca como hasta la llegada de los teléfonos inteligentes había sido tan fácil ponerse a hacer ejercicio. Pero lo más importante es que nunca había sido tan fácil motivarse y compartir esos momentos, ya sea con conocidos del barrio o con desconocidos de cualquier parte del mundo.

Uno de los más importantes impulsores de esta nueva forma de vida saludable que tan de moda se ha puesto en los últimos años es la empresa austríaca Runtastic. Fundada en 2009, la compañía nace con una única intención: crear una aplicación para el móvil que albergara todo lo que los aficionados a correr deseaban. Rápidamente la app se convirtió en una de las más apreciadas tanto por usuarios noveles como por corredores expertos. Con el tiempo el ecosistema iría creciendo con nuevas aplicaciones especializadas en ciclismo de ruta, de montaña e incluso en ejercicios de gimnasio.

Pronto llegarían las desorbitadas cifras. Con más de 85 millones de descargas y 40 millones de usuarios registrados en su web, runtastic.com, las distintas aplicaciones se han convertido en fenómeno de masas en todo el mundo. Compatibles con la práctica totalidad de los teléfonos inteligentes del mercado, estas aplicaciones -tanto gratuitas como de pago- son capaces de monitorizar prácticamente cualquier ejercicio. No importa si sales a correr, a montar en bicicleta o simplemente quieres saber cuántas calorías quemas sentado en en sillón del despacho. Seguro que hay alguna aplicación que te lo pude decir. Y el siguiente paso lógico era adentrarse en el mundo del hardware, de los dispositivos.

Hace apenas unas semanas Runtastic presentaba su monitor de actividad Orbit. La puesta de largo del dispositivo suponía un hito en la historia de la joven compañía, y para ello nada mejor que organizar un evento por todo lo alto. Así fue como Florian Gschwandtner, presidente ejecutivo de la compañía, pensó que Mallorca podía ser el lugar ideal para presentar su nuevo Orbit.

“Mallorca es un lugar precioso, excelente para un evento de la compañia que sea divertido y al mismo tiempo un muy buen lugar para entrenar en la playa. ¡Además nos permitió hacer fotos hermosas de estilo de vida del dispositivo!” afirmaba el máximo responsable de la marca.

Dicho y hecho. Empezaba así una curiosa forma de presentar un producto tecnológico, en el que el protagonismo se repartía a partes iguales entre la pulsera digital y las bellas playas de la isla. Desde lugares tan remotos como Brasil, Japón, Alemania, Francia, Italia y, por supuesto, Austria, la práctica totalidad de los 90 empleados que Runtastic tiene repartidos por el planeta se citaban en la isla para participar en un evento tan curioso como sano: unas jornadas de deporte y salud que servían además de banco de pruebas definitivo de su pulsera de actividad.

Al frente de la deportiva expedición se ponía la conocida entrenadora personal Lunden Souza, la joven modelo californiana que por méritos propios se ha convertido en una de las más reputadas especialistas en el campo del entrenamiento personal. Y es que, según afirmaba, tras salir de una importante lesión, “el calor del sol y el mar refrescante es justo lo que el doctor ordenó, pero más allá del lugar, fomentamos nuestro espíritu de equipo con un evento para unir al grupo al mismo tiempo que nos poníamos en forma, una manera peculiar de motivar e inspirar”.

El producto de moda

Los monitores de actividad física se han convertido en el último año en uno de los productos tecnológicos más vendidos y también en los más deseados. El funcionamiento es básicamente el mismo en todos ellos: una suerte de pulsera resistente al agua -en algunos casos es sumergible- que mediante diferentes acelerómetros y giroscopios es capaz de monitorizar la actividad física de los usuarios. La práctica totalidad de los fabricantes de electrónica de consumo del mundo tienen uno o varios dispositivos de este tipo en el mercado. Samsung, LG, Fitbit, Sony, Garmin o Nike son solo algunas de las grandes marcas que tienen productos de este tipo en el mercado. A todas ellas se les unirá Apple que tiene previsto lanzar un dispositivo similar a principios de 2015, aunque todavía sin fecha de lanzamiento definitiva.

La variedad es tan grande como las posibilidades que ofrecen. En combinación con un teléfono inteligente permiten no solo saber las calorías quemadas, sino también los pasos dados a lo largo del día, los kilómetros recorridos, y en algunos casos -como el de la pulsera de Runtastic- también monitorizan el sueño. Una vez obtenida toda esa información, una aplicación instalada en el smartphone o bien en un ordenador permite analizar los datos y obtener valiosas conclusiones. Así, por ejemplo, sabiendo el número de calorías que quemamos al cabo del día se pueden obtener resultados más eficaces a la hora de preparar una dieta de adelgazamiento. Lo mismo ocurre si se trata de realizar un seguimiento metabólico a una persona mayor o con alguna cardiopatía que necesite caminar una serie de kilómetros al día para ejercitarse pero sin llegar a rebasar ciertos límites.

La experiencia de usuario

Cuando te pones por primera vez un monitor de actividad, lo que más te llama la atención es la extraña sensación de estar en un futuro lejano. El mero hecho de saber que ese pequeño trozo de plástico y tecnología es capaz de saber prácticamente todo lo que haces no deja de ser inquietante. Pero enseguida empiezas a despreocuparte por esa sensación y a inquietarte cuando ves que no llegas al objetivo de pasos y calorías que te has marcado. Es realmente motivador. Quieres llegar a ese objetivo y el coche se convierte en tu enemigo, y el ascensor en un tirano al que repudias mientras subes las escaleras para ir a la oficina. Y es que las posibilidades que ofrecen los monitores de actividad son infinitas, pero siempre enfocadas hacia un estilo de vida más saludable y mucho menos sedentario. La experiencia de uso suele ser muy satisfactoria, y en algunos casos, como el de la Lifeband de LG, nos permite incluso saber quién nos está llamando por teléfono con solo mirar la pantalla táctil de la pulsera.

No cabe duda, los monitores de actividad están de moda, pero por primera vez se trata de una moda que repercutirá muy positivamente en la salud y el bienestar de todo tipo de usuarios.