Las aplicaciones móviles, las conocidas como apps, son "una herramienta más para convertir Palma en una Smart City", afirma uno de los coordinadores de la ´oficina inteligente´. "Facilitan la vida de sus ciudadanos, pero es un error pensar que una ciudad de este tipo es simplemente la que tiene mucha tecnología y aplicaciones", añade su colega. Tanto Joaquín Inarejos como Tomeu Crespí consideran que el cometido del Ayuntamiento no es crear nuevas apps. "Para eso están las empresas privadas. El cometido de la administración es poner la información pública que tiene a disposición de esas empresas para que desarrollen aplicaciones que puedan ser de interés para los usuarios", como destaca Inarejos.

En la página web de la oficina (smartoffice.palmademallorca.es) hay un enlace a las apps creadas por el Ayuntamiento y a otras 14 aplicaciones móviles de iniciativa externa, pero que tienen una relación directa con Palma, como por ejemplo rutas guiadas, bares y restaurantes, lugares de tapeo, mapas callejeros, un día en Ciutat, ocio o el aeropuerto.

Para que aumente la oferta con información municipal, aún queda un largo recorrido, ya que los datos informatizados del Ayuntamiento están cifrados en un lenguaje diferente al utilizado en las nuevas tecnologías y el coste de su traducción es muy elevado. No obstante, es la única alternativa si Palma quiere ser una ciudad del siglo XXI.