Maria Roig y Pedro Hernández suman 56 años de matrimonio y lo han compartido casi todo, aunque en terrenos musicales cada uno marca su territorio. Ella, Maria Roig, es una auténtica fan de Alborán. De él le gusta "todo", desde sus canciones a su "ternura". En la plaza de toros vivirá su primer macroconcierto en directo, pero su esposo no le acompañará. Pedro Hernández es muy celoso. "Si fuera al concierto nos pelearíamos. Mi mujer está enamorada de Alborán y ya se sabe, ojos que no ven, corazón que no siente. No podría aguantar viéndola cantar: ¡Quiero un hijo tuyo!"

"Me ha atrapado por su voz, sus buenas letras y cómo las interpreta"

Karla Carrasquillo y Pedro H. jr.

Ella, puertorriqueña de 33 años, aplaude su arte; a él le disgusta.

Otro matrimonio con diferencias musicales. La mujer, de origen puertorriqueño, alaba la voz, el modo de interpretar y las letras de las canciones de Alborán. A él le aburre. "Me gustan más Los Hombres G o Las Serebros", espeta. En cualquier caso, su esposo no la dejará del todo sola: "Haré de chófer y la esperaré en la puerta de la plaza, así que algo oiré".

"Sus actuaciones te transportan a otro mundo, ¡cuántas sensaciones!"

Laura Sánchez y Natalia Tur

Vicepresidenta del club de fans e integrante del mismo

Laura Sánchez viaja tras Pablo Alborán siempre que puede. Le ha visto en más de quince ocasiones, cifra que espera doblar. "Son tantas las sensaciones que uno vive viéndole en directo", asegura. A Palma llegará procedente de Barcelona, donde vive, para reunirse con Natalia Tur, residente en la isla. "Siempre concibo los desplazamientos como unas vacaciones", apunta.