Tras una semana de excavaciones en el cementerio de Son Coletes, llegan las primeras "alegrías". El equipo de arqueólogos de la empresa ATICS ha localizado el basamento de la cruz del antiguo cementerio a partir de la cual se sospecha que se habrían hecho las zanjas para enterrar a las víctimas del 36. Y es que precisamente los restos de esta cruz servirían de referencia para localizar los entierros realizados al inicio de la Guerra Civil.
"Estamos abriendo en la zona de la jardinera central y efectivamente hemos hallado el basamento de la cruz del antiguo cementerio de Son Coletes, aquella cruz que, a través de la fotografía aérea realizada por la aviación de Estados Unidos en los años 40, habíamos visto que podía quedar situada en esta zona", desgrana el arqueólogo Cesc Busquets. "Hemos encontrado la base entera pero la gran sorpresa de estos primeros siete días de excavaciones ha sido que encontramos el nivel del antiguo cementerio entre los 2,30 y 2,80 metros de profundidad sobre el nivel actual. Nos hemos dado cuenta de que en los años 50 lo que hicieron al levantar el cementerio nuevo de Son Coletes fue elevar el nivel de circulación. El cementerio viejo de Son Coletes está a 2,30 metros respecto al nivel actual", remarca el experto, que reconoce que los primeros días de las excavaciones fueron un poco decepcionantes [han tenido que extraer muchos metros cúbicos de tierra hasta llegar a tres metros de profundidad] pero ahora empiezan a "ver resultados". De hecho, el hallazgo de la base de la antigua cruz ha sido "una inmensa alegría" porque ha determinado que "estamos en el centro del antiguo cementerio de Son Coletes". También ha sido "una confirmación arqueológica" de los testimonios que siempre habían dicho que había dicha cruz. "Son resultados muy positivos", sentencia Busquets.
La base de la cruz del antiguo cementerio data de 1922. "Todos los testimonios la ponen de referencia porque es a partir de esta cruz donde se empezaron a abrir las zanjas para enterrar a las víctimas", concreta. El basamento se ha encontrado entre los 2,30 y los 2,50 metros de profundidad, un hallazgo que "abre nuevas expectativas porque podemos llegar a encontrar las zanjas donde enterraron a las víctimas de 1936". De momento, admite Busquets, "se confirma la peor de las sospechas y es que cuando construyeron el actual camposanto en los años 50, seguramente hicieron una limpieza de cuerpos pero en los próximos días intentaremos localizar rastros de las zanjas donde estuvieron enterradas estas víctimas".
Eso sí, los arqueólogos han localizado a 2,80 metros de profundidad las tumbas de la peste de 1820. De momento, relata Busquets, llevan nueve tumbas y cinco cuerpos. A la espera de nuevos hallazgos, este jueves se ha organizado una visita guiada a los trabajos de exhumación a cargo de los arqueólogos de ATICS. Debido a la gran demanda de reservas, se harán dos turnos, uno a las 19 y otro a las 20 horas.
