El hombre que está sentado en el club Pure de Magaluf, un escenario con una luz tenue azulada en la que se entrevén una barra para las bailarinas rodeada de asientos vacíos y unas cabinas de reservados, fue el año pasado la persona más buscada por los medios de comunicación. Se llama Paul Smith, y su nombre aparece implicado en dos de los escándalos que han removido en el último año los cimientos de Magaluf y de todo el municipio.
Este londinense que lleva años afincado en Mallorca está al frente de Carnage Magaluf, la compañía que organizó la ruta alcohólica (pub crawl) donde se grabó el polémico vídeo de la felación colectiva, que dio la vuelta al mundo. También es uno de los empresarios que estuvo detrás de la denuncia ante la Fiscalía de supuestas tramas corruptas en la Policía Local, que desembocó el año pasado en la detención del jefe del cuerpo y de dos de sus agentes, todos ellos actualmente en libertad. Él dice que quiere hablar para dejar bien clara su versión. No es un mafioso, sentencia.
-¿Organizará excursiones alcohólicas este verano?
-No.
-Pero ustedes ya las promocionan en las redes. Hablan de que el "bar crawl' más famoso del mundo" empezará en abril.
-Sí, pero lo hacíamos, porque hasta ahora no había una ley que lo restringiese.
-Se refiere a la nueva ordenanza sobre 'pub crawling' que acaba de aprobar el Ayuntamiento.
-Devolveremos el dinero de las entradas que ya habíamos vendido. Cumpliremos la ley. Yo, sobre todo, tengo que cumplir la ley, porque la primera persona a la que van a venir a buscar seré yo.
-Se presenta un verano con nuevas regulaciones en la noche de Magaluf. Más trabas al 'pub crawling', prohibición de beber en la calle...
-Será difícil trabajar. A cada movimiento que haga, me van a estar vigilando. Espero, eso sí, que las reglas se hagan cumplir a todos por igual. Esto va a cabrear a grandes empresas de la zona, que igual se llevan el bar crawl a otros sitios. Se va a perder una cantidad importante de dinero. Hay que tener en cuenta que había tiqueteros que cobraban parte de su sueldo con la venta de tiques [de estas excursiones]. El Ayuntamiento se va a arrepentir. No habrá pub crawl, pero sí más booze cruise (fiestas en barcos basadas en el consumo de alcohol), que son más difíciles de controlar porque se desarrollan a varias millas de la costa.
-¿Tiene pensado pasarse al negocio de las fiestas en barcos?
-No.
-¿Qué opina de la prohibición de beber alcohol en la calle?, ¿mejorará la imagen de la zona?
-La gente comprará bebida en los supermercados y la beberá igualmente. La ley no prohíbe que el turista compre una botella y la beba en la calle. Y, por mucho que quieran limpiar la imagen de Magaluf, si no arreglan lo de la prostitución callejera, no servirá de nada.
-Mirando hacia atrás, ¿se arrepiente de algo en su gestión del escándalo del vídeo sexual grabado en una de las rutas etílicas organizadas por su compañía?
-De lo único que me arrepiento es de que tendría que haber controlado más. Ves un bar crawl y ves a la gente pasándoselo bien. No piensas en que pueda suceder algo así. Los relaciones públicas también deberían haber estado más vigilantes.
-¿Usted sabía que se hacían ese tipo de juegos sexuales?
-No. Yo me enteré de lo del vídeo al día siguiente. Había un grupo viendo un móvil y riéndose. Yo me asomé y lo vi por encima. No fue hasta tres días después que me enteré de que el vídeo había tenido una repercusión viral.
-Por ese vídeo, cerraron el local donde se grabó, el Playhouse de Magaluf.
-Ese local no es de Carnage.
-Pero a ustedes sí que les impusieron una multa de 55.000 euros. ¿Se ha hecho efectiva ya?
-La verdad es que no entiendo esa multa. Dicen que la chica era menor de edad, y no era así. El recurso está en trámite.
-¿Cree que se ha focalizado demasiado la atención en ese vídeo y no tanto en otros problemas de la zona?
-Hace muchos años que hay vídeos de la zona. Lo que pasa es que, con la tecnología que hay ahora, es más fácil hacer un vídeo. No será la primera grabación ni la última. De hecho, una de mis principales preocupaciones es que este verano alguien pueda venir y grabar un vídeo comprometedor (de Carnage Magaluf)."Personal municipal me convocó a una reunión en una oficina fuera del ayuntamiento de Calvià"
-Por lo que usted me ha dicho antes, no tiene de qué preocuparse. Este año no organizará rutas alcohólicas.
-Ya, pero después de lo que pasó el año pasado, alguien puede venir a grabarse haciendo tonterías y utilizando el nombre de Carnage para lograr más notoriedad.
-En los días del escándalo, ¿le hicieron sentir como un criminal?
-Sí, mucho.
-Cuénteme.
-Durante dos semanas, toda la prensa intentaba hablar conmigo. Pero yo no quería. Fue el Ayuntamiento el que me dijo que tenía que hablar con la prensa.
-¿El ayuntamiento de Calvià?
-Ellos me dijeron que tenía que hacer una rueda de prensa. Les dije que no. Entonces, me convocaron para tener una reunión, pero me dijeron que no podía ser en el Ayuntamiento ni en el horario habitual del Ayuntamiento.
-¿Dónde quedaron?
-Fuera del Ayuntamiento, una tarde.
-¿Había políticos en esa reunión?
-No, personas del Ayuntamiento.
-¿Funcionarios?
-Sí.
-¿Y de qué hablaron?
-Me dijeron que me iban a escribir un guión con lo que tenía que explicar en la rueda de prensa. Pero nunca me lo llegaron a enviar.
-¿Por qué decidió ir a la Fiscalía el año pasado aportando un vídeo sobre la presencia de agentes en el Pure de Magaluf?
-En esa reunión con el Ayuntamiento de la que le hablaba, les preguntamos si nos iban a dejar en paz. Y nos dijeron que sí. Pero no fue así. Nos metieron multas, nos hicieron inspecciones...
-Entonces, ¿fue una venganza por su parte?
-Yo no hablaría de venganza. Yo no soy una mala persona. Mírame. No soy de la mafia. No soy un millonario. Soy un hombre de familia. Un trabajador. Lo que pasa es que me harté de que vinieran a por mí. Los policías venían cada semana. Nos cansamos. Yo sólo quiero que me traten como a los demás. ¡Sólo quiero fair play! (juego limpio, en inglés).
-¿Le han extorsionado a usted alguna vez?
-No.
-Antes de ese famoso vídeo que ustedes adjuntaron en su denuncia ante la Fiscalía, en el que se ve cómo unos agentes dejan una pequeña bolsa en un local y después llega la unidad de policía canina, ¿había tenido algún problema con la Policía?
-Dos años antes de que sucediera lo del Pure, sí que hubo alguien que me dijo que tuviera cuidado, que me podían meter droga en el local.
-¿Teme represalias?
-No. Precisamente este verano no creo que haya represalias.
