Educación acaba de zanjar la mayor convocatoria de oposiciones de la historia del archipiélago, con 4.865 aspirantes para 1.008 plazas. De estas, 920 se han cubierto mientras que 88 han quedado desiertas (la mayoría en Eivissa y Formentera). Concluido el proceso, la conclusión es casi unánime: hay que cambiar el sistema de oposiciones. Ahí hay acuerdo: ¿Cómo hacerlo? Sobre eso ya hay diversidad de opiniones.
El conseller Martí March cree que las oposiciones han sido "un éxito" pero es el primero que reconoce que el sistema debe repensarse. De hecho lo planteará el próximo lunes en la conferencia sectorial que tendrá lugar en el ministerio de Educación (que es el competente para legislar sobre estas pruebas). Eso sí, March ya avisa: "Contentar a todo el mundo es imposible".
Balears sugerirá a Isabel Celáa la creación de un grupo de trabajo formado por expertos para diseñar un nuevo modelo de acceso a la función docente. El conseller apuesta por "simplificar; revisar temarios y potenciar la parte pedagógica".
Ese es un proceso más a medio y largo plazo. Lo que sí reivindicará March desde el primer momento es lo que las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE ya reclamaron al anterior Gobierno del PP: que la primera fase de la oposición no sea eliminatoria.
Eso facilitaría acceder al concurso a los interinos, lo que les favorece al baremarse la experiencia docente como mérito. Sindicatos como STEI, CCOO, UGT y UOB han reiterado varias veces la necesidad de este cambio, para que la oferta de empleo público sea un "auténtico concurso-oposición".
Los interinos con más años de trabajo acumulado han sido muy críticos con el sistema de oposiciones. Algunos se han agrupado en la Assemblea d'Interins en Defensa de l'expèriencia Docent (AIDIB), que ha impugnado la convocatoria de este año, denunciando que durante al menos seis años (en algunas especialidades hasta diez años) no se han convocado oposiciones y que ahora no están en igualdad de condiciones para competir estudiando con recién licenciados sin cargas laborales ni familiares. Reivindican su acceso a la plaza por concurso de méritos.
El conseller quiso subrayar que nueve de cada diez de las de las plazas adjudicadas han sido para interinos que han trabajado los últimos cinco años en centros públicos y respondió así a las acusaciones de la AIDIB: "No ha sido ningún ERE".
Ahora los profesores que han comenzado a manifestarse en contra del sistema son los del otro lado de la moneda: los que han aprobado la oposición pero se han quedado sin plaza. Han sido desbancados en la fase de concurso por interinos que quizás han tenido menos nota en las pruebas teóricas pero han logrado más puntuación por su experiencia.
Una veintena de los 160 afectados, que se han constituido en la asociación Aprobados sin Plaza, acudieron ayer a la sede de Educación, para pedir una entrevista con la directora general de Personal Docente, Rafaela Sánchez, y exponerle sus peticiones que se les valore la nota obtenida colocándolos arriba de la lista de interinos para elegir plaza los primeros;que les sume puntos a la bolsa y/o que se les guarde la nota obtenida para futuras convocatorias; y hacer extensivas estas medidas a los aprobados que se quedaron sin plaza en 2017.
Jonathan Vo habló en nombre de la asociación y recordó que en la mayoría de comunidades sí cuenta haber aprobado la oposición al ordenar las listas de interinos.
March consideró "razonables" estas peticiones y señaló que se reunirán con estos opositores, pero alertó que cualquier cambio en las bases deberá acordarse con los sindicatos y que ya sería de aplicación para el curso 2019-2020.
¿Aceptarían los sindicatos estos cambios? UGT abogó en un comunicado que "puntúe de alguna manera" en las listas a los que han aprobado las oposiciones.
CC OO advirtió que jurídicamente no se puede colocar en el primer lugar de la bolsa a los que hayan aprobado y que hay sentencias en contra. Y solo aceptarían que contara como mérito ligándolo a un cambio en el modelo de oposiciones que prime a los interinos: eliminando la fase eliminatoria; ampliando del 40 al 45% la fase de concurso; que no queden plazas desiertas...
Además de las reclamaciones presentadas en los tribunales (que no llegan a Educación), finalmente se han presentado 16 recursos de alzada y seis reclamaciones en la Conselleria, un número "bajo" según Rafaela Sánchez, que ayer defendió el trabajo e independencia de los tribunales y lamentó los rumores y acusaciones de "pucherazo".
Algunos sindicatos como UOB habían hablado de "indefensión" ante los tribunales y denunciado arbitrariedad y falta de transparencia. Desde UGT defendieron ayer la profesionalidad de los tribunales y vieron"injusto" responsabilizarles si hay muchos suspensos, aunque sí constataron dificultades para revisar el examen (algo negado ayer por Sánchez, que aseguró que se le ha mostrado a quién ha pedido verlo); diversidad de criterios normativos para realizar las pruebas y "diferencias" en el porcentaje de aprobados según las especialidades y tribunales.
Las 920 personas que han logrado plaza ya pueden elegirla. Quedarán así 3.691 vacantes para interinos.
March recordó ayer que el objetivo de seguir convocando oposiciones cada año (en 2019 volverán a salir mil plazas) es reducir el porcentaje de interinos del 37% actual (el más elevado del país) al 8%. La idea es traer estabilidad a las plantillas, no solo porque mejora las condiciones laborales de los profesores: también supone mejoras pedagógicas.
